Sin darnos cuenta, en nuestro trabajo diario como entrenador, construimos en nuestra cabecita ciertas formas de conducta que nos sirven para no perder el rumbo. Para conseguir este objetivo yo suelo hacer esto con mis jugadores, para este otro, tengo este mecanismo implantado, etc.
Pueden sernos útiles si los usamos bien pero también pueden ser peligrosos si los consideramos inmutables, es decir, que valen para todo y los utilizamos como filtros de la información nueva y de los cambios de los tiempos. No podemos aferrarnos a patrones obsoletos mientras el mundo avanza porque podemos quedarnos paralizados.
Cuando comenzaron los programas de técnica individual se desarrollaron con una metodología que funcionó muy bien y rápidamente tuvo mucho éxito extendiéndose en poco tiempo por todo el mundo. Podíamos habernos cerrado a los nuevos tiempos, a otros enfoques pensando que si estaba teniendo tanta aceptación, no valía la pena cambiar. Sin embargo esto nos hubiera dejado completamente anticuados en nuestra metodología. Sabíamos que debíamos evolucionar.
Para eso nos relacionamos con las mejores escuelas europeas del momento e intercambiamos experiencias con la idea de mejorar todavía más nuestra metodología. Hoy en día podemos ver en el método Marcet influencias de la escuela francesa, de la escuela holandesa y de la escuela italiana que junto con los alemanes, son los que mejor están trabajando en esos momentos.
Y el mundo avanza y no podemos quedarnos paralizados. Sabemos que hemos de seguir evolucionando. Y esa evolución es la que nos ha permitido seguir creciendo siendo ahora una referencia para muchas otras escuelas de fútbol del mundo. Hoy en día es importante la mejora continua que consiste en revisar constantemente tus métodos y tus planteamientos. Si no lo haces, la competencia te adelanta porque te quedas desfasado.
Pero a algunos entrenadores les cuesta mucho cambiar. Esto es porque el cambio nos hace salir de un ámbito que nos resulta cómodo y nos obliga a hacer las cosas de un modo diferente y eso es duro. No dar por sentadas las cosas nos obliga a replantearnos nuestra posición y eso es siempre incómodo. Hay muchas personas que para no tener que aguantar la incomodidad y el duro esfuerzo de ir progresando se conforman con permanecer aferrada a sus pequeñas rutinas.
Tu, entrenador ¿te atreves a cambiar? ¿eres capaz de evolucionar?¿sabes como hacerlo? ¿Eres de esas personas que no quieren cambiar porque como está ya está bien? ¿Te das cuenta de que o evolucionas o te quedas anticuado? ¿Estudias las últimas tendencias en cuanto a metodología, táctica, preparación física, etc? ¿Tienes ganas de evolucionar y estás dispuesto a poner todo tu esfuerzo en progresar ? ¿Progresar o copiar por ir a la moda?
No todo lo novedoso es mejor, ni debo cambiar todo lo que hago. Se trata de ir incorporando aquello que puede mejorar lo que ya tienes. Y de esta forma vas creciendo. Solo si estás creciendo, estás vivo. Si no creces, o estás muerto o estás pudriéndote.
Es inaceptable ver todavía en estos campos de fútbol de nuestra ciudad equipos que entrenan sin balón un porcentaje alto del tiempo de entrenamiento. Entrenadores que todavía trabajan la preparación física como hace 40 años y que no quieren cambiar. Que les hablas de un entrenamiento integrado y se ríen como si les estuvieras contando un chiste. Pero cuidado, no todo lo que se escribe en los periódicos o en internet es cierto. Acude a las fuentes. Debes preocuparte de analizar las nuevas corrientes y profundizar en ellas con un espíritu crítico positivo y abierto. No es oro todo lo que reluce.
Recuerdo que cuando estaba de moda la escuela francesa no dudamos en desplazarnos a la sede cercana a París para hablar con las personas que estaban llevando directamente el proyecto. Los resultados podían verse ya en las últimas generaciones de futbolistas franceses. Casi todos los internacionales habían salido de allí. Estaba claro que algo estaban haciendo bien y no podemos quedarnos con los brazos cruzados sino que hemos de pensar como incorporar esta metodología a la nuestra. Esto exige cambios, mucho trabajo, sustituir rutinas.
En cierto momento, quisimos introducir novedades en el trabajo coordinativo con la idea de conseguir que nuestros jugadores salieran mucho más preparados ya que la técnica no es más que coordinación. ¿Quién es el número uno en estos momentos en Europa? El que está abriendo camino a los demás ? Localizamos a esta persona en Alemania y le invitamos a que viniera a dar unos cursos en la Fundación con la idea de conocer directamente de él su metodología. Había escrito varios libros muy atractivos pero lo importante era que ya muchos equipos del norte de Europa estaban aplicando su trabajo de coordinación. Vimos cómo era posible incorporarlo a nuestro programa y es algo que ha hecho cambiar muchas cosas, evolucionando y mejorando con los tiempos.
La verdad es que admitimos casi todos la idea de la mejora continua pero mejorar es cambiar. Y esto es lo que cuesta. Si yo como entrenador no estoy dispuesto a cambiar las cosas porque no quiero trabajar más de la cuenta, seré un entrenador que se ha quedado anclado en la historia. ¿Quieres ser tú uno de estos?
¿Qué método de trabajo tienes? o ¿quizá no tienes ninguno? ¿Cómo te programas los entrenamientos? Más del 80% de los entrenadores de fútbol base de nuestro país si les pides el programa anual de entrenamientos de su equipo no te podrá dar nada porque no tiene absolutamente nada. Algunos se preparan alguna cosa al principio de la temporada pero conforme avanza el curso el programa se ha quedado en el fondo del cajón lleno de telarañas.
¿Qué cosas crees que puedes cambiar en tus hábitos de trabajo para llegar a ser un verdadero líder de tu equipo? ¿Qué innovaciones puedes incorporar para mejorar poco a poco el trabajo que realizas con tus jugadores? ¿Tienes ilusión por hacerlo mejor y pones esfuerzo para mejorar sinceramente tu forma de entrenar? ¿Acaso crees que los auténticos líderes que tu conoces han llegado a serlo por casualidad? Mucho trabajo, mucho esfuerzo, muchas ganas de ayudar a mejorar a esas personas que tiene bajo su responsabilidad. No son cualidades con las que naces, son destrezas que debes ir adquiriendo con esfuerzo hasta llegar a ser un verdadero líder de tu equipo.