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Compañerismo ¿cómo transmitirlo a través del deporte?

El compañerismo es algo que nos preocupa a todos los padres porque cuando son pequeños suelen mostrarse muy individualistas y con pocas relaciones con los demás niños. De mayores descubrimos que el deporte nos ha hecho mejores compañeros. ¿Cómo se produce esta gran transformación?

El compañerismo  se entiende como una relación amistosa, caracterizada por valores como la solidaridad y la cooperación. En este sentido, se promueve la empatía y el apoyo para fomentar también la inclusión, la igualdad y la tolerancia .

Por tanto, el compañerismo es una de las bases para la construcción de una educación en valores. Ser un buen compañero implica aprender a trabajar en equipo, ser solidario y mostrar una conducta social abierta y empática hacia los demás.

Contenidos

El deporte está lleno de experiencias de compañerismo

Además, el deporte es otro de los medios educativos que está lleno de valores. Por medio de un deporte de equipo, el niño descubre la importancia de colaborar con compañerismo por una meta común. Interioriza el valor de la palabra “nosotros”. Por tanto, al elegir una actividad extraescolar, puedes fijarte especialmente en las temáticas deportivas.

Desde el momento en que el niño entra en la escuela y en el equipo de fútbol, empieza a tener una relación amplia con los demás niños y debe aceptar unas reglas de funcionamiento nuevas: horarios de entrenamiento, normas de funcionamiento, …

Este hecho ofrece numerosas oportunidades para que amplíe su campo de relación social: en su grupo se encuentra con niños muy distintos a él, con los que tiene que convivir en situaciones mucho más exigentes que las propias de la familia.

Compañerismo a partir de los 6 años

compañerismo 6 años

Los padres se preocupan en estos primeros años de la respuesta del hijo a esta nueva situación: ¿será capaz de relacionarse adecuadamente con los demás o se aislará de ellos? ¿Ha conseguido ya un grupo más íntimo de amigos o juega con todos? ¿La relación con sus compañeros es buena o por lo general termina mal?

El niño necesita agruparse, por inclinación natural. Si antes podía jugar él solo horas y horas, ahora los juegos colectivos son los que realmente le atraen. Son principalmente juegos de competición pues son un reto para él y suponen un esfuerzo para desarrollar sus capacidades y destrezas, que en estos momentos son más de las que nosotros podemos imaginar.

A la hora de tratar a los demás, empieza a reconocer su papel dentro del grupo. Descubre lo que puede aportar y, a la vez, lo que puede recibir. Lo normal, al principio, a los seis y siete años es que aparezcan pequeñas dictaduras donde uno de ellos se constituye como organizador y cabecilla del grupo. 

Los niños demasiado protegidos y tímidos tienen más dificultades para adaptarse.

¿Qué pueden hacer los padres para fomentar el compañerismo?

1. Procura conocer perfectamente la situación de tu hijo con respecto a su relación con los demás.

2. Explicarle con frecuencia en qué consiste ser un buen compañero. Recuerda que el niño responderá mejor a los ejemplos y modelos que a las palabras y los argumentos. 

3. Facilitar que tu hijo traiga a sus compañeros a casa para jugar una tarde o un fin de semana.

¿Qué pueden hacer los entrenadores?

1. Todo lo que hemos dicho para los padres, puede aplicarse a los profesores. 

2. Además, el hecho de ser varios niños en el grupo, hace que sea el lugar ideal para favorecer oportunidades para que los niños vivan este valores mientras se tratan y se conocen.

3. Aprovechar que el equipo es un grupo reducido. Eso les obliga a organizarse entre ellos, ceder en cosas, ayudar en otras en las que uno está más capacitado, escuchar lo que dicen los demás, no enfadarse si uno falla…

4. Distribuir encargos y responsabilidades: llevar la bolsa de balones de entrenamiento, ensayar una jugada concreta, preparar una reunión…

Compañerismo a partir de los 8 años

Ahora el niño empieza a entender mucho mejor el sentido que tienen las reglas y se da cuenta de que debe ajustarse a ellas por su bien propio y el de los demás. 

Ve con claridad que no debe hacer lo que le interesa, lo que más le gusta, que debe sacrificar sus intereses personales por los demás. 

Esta idea favorece el sentido de la justicia, de la lealtad, del orden, del derecho y del deber.

Compañerismo a partir de los 9 años

Quiero ser el capitán del equipo
Quiero ser el capitán del equipo

Este sentimiento hacia los demás se va intensificando, poco a poco, apareciendo en estas edades una actitud importante de solidaridad y de compañerismo hacia el grupo que ahora se ha reducido formando las “pandillas”.

La convivencia con esa pandilla puede ser muy interesante siempre que se conozca bien a los niños que la forman, ya que puede ser un momento delicado para el hijo. 

¿Conoces a los padres de los amigos de tu hijo? ¿sabes quienes son los amigos de tus hijos? Puede ser de vital importancia obtener esta información. Es el momento de buscar ambientes adecuados donde los hijos encuentren buenas relaciones. 

En la pandilla puede encontrar una gran cantidad de motivos para desarrollar las virtudes sociales como:

  • • La lealtad
  • • La generosidad
  • • Contar con los demás

Hay que tener en cuenta que cada vez cobra más valor para el niño lo que opinan los de la pandilla y que, gracias a esta nueva opinión, puede formarse un concepto de si mismo más realista. Por ejemplo, mamá dice que soy muy listo pero en la pandilla hay chicos mucho más listos que yo. 

¿Cómo fomentar el compañerismo a esta edad? 

Además de todo lo que hemos dicho para otras edades, los padres deben ver en el deporte de equipo, en la pandilla, una ocasión para jugar con sus compañeros. 

1. Evitar el aislamiento.

Conocemos el grave peligro por el excesivo uso de la televisión o de los ordenadores (videojuegos o Internet). Aunque parece que están entretenidos, el resultado de este fenómeno es un profundo aislamiento en una época de su vida donde es muy necesario que exista una gran convivencia con otros niños. 

Es muy desaconsejable, por tanto, el exceso y la falta de control por parte de los padres del uso de estos medios tan atractivos para el niño.

2. Dar facilidades para que sus compañeros vengan a casa

De esta forma conseguimos dos objetivos muy importantes: la relación con sus compañeros y la oportunidad de conocer a estos amigos y a sus padres.

3. Jugar con tu hijo puede ser un gran regalo para él

Aprovecha para enseñarle a ganar y a perder, a que no haga trampas ni se retire enfadado del juego porque está perdiendo. Hay que aclararle que si actúa así, perderá a sus compañeros y amigos. 

4. Prestar atención para corregir con cariño

Cuando desprecie a alguien por la razón que sea, por no ser de su pandilla, por ser un pesado, etc.

5. Estar atentos para alabar las conductas positivas de compañerismo

Esto les motiva a seguir realizándolas. Por ejemplo: estoy feliz porque has traído a tu amigo para hacer los deberes juntos.

Compañerismo a partir de los 11 años

guerra a la improvisación

Empieza esa relación más intensa y desinteresada de la amistad. En el caso de las niñas, empieza mucho antes, a los 10 años. El grupo se reduce más. Es una relación más íntima donde los gustos similares y otros aspectos deben coincidir entre ellos. 

Algunos valores relacionados

La amistad ayuda a la persona a ser sociable de forma natural. Fomenta la comunicación y se perfeccionarse en compañía de sus amigos. Es una relación de reciprocidad. La confianza juega un papel importante. Es un valor que ayuda a ser mejor y desde este nivel lo reflexionaremos. 

En el hogar, nuestros hijos e hijas encontrarán el modelo para vivir sin estar aislados y para aprender a crecer y a madurar personalmente. La amistad es un compartir afectos. Anima a darse y a dar; a recibir y a comprender al otro. No es pura simpatía, es conocimiento que se fomenta con el trato.

Consejos a los padres

Aspectos importantes para vivir en familia:

Entre padres e hijos se consiga una verdadera amistad para hablar todos los temas 

Procura no ser dogmáticos y pregunta con delicadeza, sin herir su sensibilidad. Confía siempre en lo que dicen y cree todo lo que nos explican. Corrige con suavidad, con la sinceridad que crea el vínculo afectivo de la relación padres-hijos. Aprovecha momentos de descanso para disfrutar juntos de las aficiones de los hijos.

En la familia no se haga nunca ninguna crítica, ni juicio, ni murmuración de nadie

El filósofo Sócrates utilizaba una técnica para conseguir esto, el llamado  “triple filtro”. Debía reunir estos tres aspectos: la Verdad, la Bondad, y la Utilidad. En el caso de que no se encontraban, respondía al que quería explicar algo de otro: “lo que me quieres decir no sabes de su certeza, bondad o utilidad, ¿Por qué me lo quieres decir?”

Se enseñe con el ejemplo como se acoge siempre a quien viene a casa

Con amabilidad, con respeto. Siempre deben estar abiertas las puertas del hogar de los padres para recibir los amigos y amigas de los hijos. Sabemos que representa un trabajo añadido. En la adolescencia se debe tener mucho cuidado en saber quienes son los del grupo de nuestro hijo. Es una edad muy influenciable.

Vean que sabemos perdonar si nos hemos sentido ofendidos

Hemos de estar agradecidos al hacernos un favor. Dispuestos a ayudar siempre . Que nunca utilicemos la amistad para recibir ningún privilegio. Que se dé ejemplo de desinterés. Otra cosa no sería amistad.

Objetivos para transmitir el compañerismo a través del deporte

Existen muchos caminos que puedes utilizar para iniciar en el compañerismo a través del deporte. Se trata de elegir uno que te funcione. Te propongo el que aplico con miles de deportistas y que me ha funcionado. Podrás preguntarte la razón de esta elección y no otra. Con el tiempo he descubierto que, contemplando otros valores relacionados se puede llegar al compañerismo. Son pequeños escalones que te conducen a él. Vale la pena intentarlo.

objetivos del compañerismo

Evitar el individualismo

El individualismo en el deporte es un problema muy extendido. Sobretodo en un deporte en equipo. Suele darse en jugadores bien dotados que no confían en sus compañeros. Quieren conseguir finalizar la jugada y consideran que ellos solos pueden hacerlo mejor. El entrenador debe saber gestionar estas actitudes. Son muy frecuentes. No hemos de olvidar que el deporte se juega en equipo y que hay que confiar en tus compañeros. Un equipo unido tiene más fuerza que uno solo. El jugador no se tiene claro lo principal y surgen actitudes egoístas . Sin compañerismo, no hay equipo.

El entrenador

En ocasiones el problema está en el entrenador. Fomenta esas acciones individualistas para asegurarse la victoria. No importa que no pase la pelota. Él solo puede conseguir el objetivo del equipo. Este individualismo continúa hasta llegar al deporte profesional. Surge el peligro de la falta de cohesión en el equipo. Suele repercutir en los resultados. Cada uno busca su rendimiento personal . No piensa en los objetivos del equipo.

Un jugador individualista es un problema para el equipo. Sus compañeros no están nada satisfechos con su comportamiento. Se producen escisiones en el grupo y existe el efecto contrario al esperado. El resto del equipo no rinde. Sabe que el jugador individualista resolverá los problemas del equipo. Le miran a él y sin ser conscientes, dejan de luchar.

El individualista no permite crecer a los demás

En muchas ocasiones, el jugador individualista desaparece del equipo o se lesiona. Los jugadores que antes no rendían, empiezan a ponerse el equipo en las espaldas descubriendo aspectos de su juego que nunca habíamos podido apreciar. El jugador destacado eclipsa el talento del resto del equipo. Aconsejamos unir fuerzas y trabajar en equipo aprovechando el talento de las individualidades.

Recomiendo el artículo publicado en este blog

¿Como transmitir modelos positivos de compañerismo?

Te aconsejo cuentos e historias que transmiten este valor según las edades de los deportistas. Puedes ver la historia con ellos Te aseguro que son más útiles que cualquier explicación que puedas hacerles. Son modelos que se quedan para siempre en su recuerdo.

Para benjamines
Para alevines
Para infantiles y cadetes

Empatía

5 claves para ayudar a tu hijo a educar en empatía

1. Muéstrale tu empatía a tu hijo. Los hijos siempre aprenden de lo que ven (no lo olvides nunca). Debemos mostrarles cómo se hace a través de nuestro ejemplo. Muestra tu empatía hacia las demás personas y tu hijo aprenderá.

2. Fortalece la autoestima de tu hijo: Le será más sencillo ponerse en el lugar del otro. No se sentirá amenazado ni vulnerable al ayudar a otros. No se sentirá mal en el momento que alguien interprete mal su actitud.

3. Habla con él cuando haga algo que hiere tus sentimientos: Explícale tus emociones y así poco a poco irá entendiendo lo que sienten los demás.

4. Invita a tu hijo a prestarle atención a los demás: Es muy importante que tu hijo aprenda desde temprana edad lo importante y respetuoso que es mirar y prestarles atención a otras personas. A veces el solo hecho de escuchar a alguien nos ayuda a ponernos en su lugar.

5. Aprender a hablar con los demás es vital: Va un poco más allá de simplemente prestarle atención a alguien que nos habla. Requiere aprender a escuchar e interpretar los sentimientos de los demás. Necesita aprender a expresar los propios.

Educar en empatía a tu hijo lo ayudará a comprender a los demás. Se comprenderá mejor a sí mismo. Ser empático favorece su desarrollo y su adaptación emocional. Aprenderá a no centrarse sólo en sí mismo y se involucrará con aquello que ocurre a su alrededor.

Frases sobre la empatía para educar el compañerismo

Cómo ser un entrenador de fútbol

Descubre todas estas frases y citas célebres sobre la empatía, pensamientos de artistas, filósofos, deportistas, escritores… que nos ayudan a reflexionar junto con nuestros hijos sobre este importantísimo valor. 

1. ’Cuando la gente hable, escucha completamente. La mayoría de la gente nunca escucha’ (Ernest Hemingway). 

4. ’Mira con los ojos de otro, escucha con los oídos de otro y siente con el corazón de otro’ (Alfred Adler).

6. ’La instancia ética sobreviene no al fingir que no hay enemigos. Se presenta al intentar entenderlos, ponerse en su lugar’ (Umberto Eco).

7. ’Tenemos dos oídos y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos’ (Epíteto).

8. ’Si juzgas a la gente, no tienes tiempo de amarlas’ (Madre Teresa de Calcuta).

9. ’¿Qué significa ayudar? La ayuda es un arte. Requiere una destreza que se puede aprender y ejercitar. Precisa empatía con la persona que viene en busca de ayuda’ (Bert Hellinger).

10. ’El regalo más preciado que podemos dar a otros es nuestra presencia. Nuestra atención plena abraza a los que amamos’ (Thich Nhat Hanh).

11. ’Cuando me preparo para hablar a la gente, paso dos tercios del tiempo pensando qué quieren oír y un tercio pensando qué quiero decir’ (Abraham Lincoln).

12. ’El secreto del buen éxito reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista así como del propio’ (Henry Ford).

13. ’Lo más importante es que necesitamos ser entendidos. Necesitamos alguien que sea capaz de escucharnos y entendernos. Sufrimos menos’ (Thich Nhat Hanh).

14. ’La paz no se puede conseguir con la fuerza. Se puede conseguir con la comprensión’ (Albert Einstein).

Permíteme que te ponga algunas más

15. ’El hombre más feliz del mundo es el que sabe reconocer los méritos de los demás. Y puede alegrarse del bien ajeno ‘ (Goethe).

17. ’Lo opuesto al odio no es la tranquilidad; es la empatía’ (Mehmet Oz).

19. ’Trata de comprender antes de ser comprendido’  (Stephen Covey).

21. ’La educación emocionalmente inteligente enseña al niño a tolerar la frustración. A comprender y aceptar que los demás tienen necesidades y derechos’ (Elsa Punset).

25. ’Si hablar es plata, escuchar es oro’ (Proverbio turco).

26. ’La más básica de las necesidades humanas es entender y ser entendido. La mejor forma de entender a la gente es escucharla’ (Ralph Nichols).

27. ’La empatía consiste en la experiencia interna de compartir el estado emocional momentáneo de otra persona’ (Roy Schafer).

31. ’Cada vez que te sientas crítico con alguien, recuerda que todo la gente de este mundo no ha tenido las ventajas que tu tuviste’ (F. Scott Fitzgerald).

32. ’Aprende a ser tolerante con las personas que no siempre están de acuerdo contigo. Cultiva el hábito de decir alguna palabra cordial a aquellos a los que no admiras. Acostúmbrate a buscar lo bueno en los demás. Tendrás éxito y serás feliz’ (Napoleon Hill).

33. ’La gran habilidad del ser humano es que tiene el poder de la empatía, puede sentir una conexión misteriosa con los demás’ (Meryl Streep).

35. ’Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad’ (Leibniz).

37. ’No hay mayor préstamo que un oído comprensivo’ (Frank Tyger).

38. ’Cuanto más cerca se sienta emocionalmente una persona de otra, más cerca de ella se situará’ (Allan Pease).

¿Como transmitir modelos positivos de compañerismo?

Te aconsejo cuentos e historias que transmiten este valor según las edades de los deportistas. Puedes ver la historia. Te aseguro que son más útiles que cualquier explicación que puedas hacerles. Son modelos que se quedan para siempre en su recuerdo.

Para Benjamines
Para Alevines
Para Infantiles y cadetes

Solidaridad

Muchos padres nos preguntamos cuál es la mejor forma para enseñar la solidaridad a nuestros hijos. El ejemplo es siempre la mejor escuela. La verdadera educación en valores consiste en la transmisión de las conductas.

Los niños aprenden mediante modelos. Resulta difícil pedirles que sean solidarios. Deben ver, habitualmente en casa, que sus padres lo son.

Quiero advertir que muchos padres quizá tienen descuidado este aspecto. Pueden pensar que no pueden darle ejemplo de solidaridad, abando y dejo de educar a mi hijo en este aspecto. No, por favor. Lo que yo veo es una oportunidad para que los padres cambiemos y mejoremos este aspecto. Nunca es tarde para corregir una actitud.

Aprender a ser solidarios en la infancia

solidaridad

En general, los niños aprenden más de lo que hacemos como padres que de lo que decimos porque son imitadores están pendientes de todas nuestras actuaciones. 

Por este motivo, muchos expertos aseguran que los valores son una especie de hábitos que se van adquiriendo de forma inconsciente en el núcleo familiar. Por lo tanto, si queremos fomentar la solidaridad en casa, lo más recomendable es que el niño viva en un hogar donde siempre haya oportunidades para ayudar a los demás y donde se escuchen mensajes como ‘no vamos a tirar la ropa que se os ha quedado al contenedor, vamos a llevarla a la iglesia para los niños pobres’ o ‘este sábado tenemos que hacerle algo de comer a la tía que está enferma’.

De este modo, no sólo estamos enseñándoles cómo se debe actuar con los demás, sino que también estamos favoreciendo la empatía de los niños, y al ponerse en el lugar del otro entenderán más fácilmente la importancia de su ayuda cuando es realmente necesaria.

Convencer en lugar de imponer

La solidaridad es uno de los valores que más favorece la creación de vínculos de confianza y de unión entre los niños. Pero los valores no pueden imponerse ni se aprenden como una asignatura en el colegio. Los niños no adoptarán un valor si no quieren, por obligación, ya que en cuanto dejes de insistirle hará lo que a él le parezca correcto. 

Inculcar valores a los hijos es una tarea que debe iniciarse desde la más tierna infancia, cuando el niño es pequeño. La principal fuente de valores del niño se encuentra en el hogar, en sus padres y familiares, y su educación y desarrollo personal depende directamente de ellos.

Ayudar a quienes lo necesitan, sin tener la obligación de hacerlo, sólo por satisfacción personal, es un acontecimiento gratuito único para la persona. Encontrar el sentido de estas actuaciones para tomar decisiones en consecuencia es una de las mejores enseñanzas que podemos transmitir a los niños durante su infancia.

Historias para transmitir la solidaridad

Para benjamines
Para Alevines
Para Infantiles y cadetes

Lealtad

Cómo inculcar el valor de la lealtad en los niños (Diego Fernandez)

Es el compromiso de defender lo que creemos y en quien creemos. 

Ser leal supone cumplir aquello a lo que nos hemos comprometido. Ser leal es cumplir con la palabra que has dado.  

Todos tenemos amigos superficiales. El que es leal, demuestra un compromiso más profundo. Los verdaderos amigos son siempre leales. Especialmente cuando hay problemas. También cuando no los hay.

La lealtad es esencial en la amistad y que es obvio que se relaciona estrechamente con otros valores como son el respeto, la responsabilidad, la sinceridad, la dignidad y la honestidad entre otros.

No se puede justificar, el ser leal solamente con uno mismo y creerse con el derecho de criticar o menospreciar a los demás y exigir a los que nos rodean, que sean leales. 

Eso sí, es muy difícil de ganar, muy fácil de perder y casi imposible de recuperar. Lo contrario a la lealtad es el engaño, la traición. 

Con la pérdida de la lealtad, las personas se quedan solas y sin amigos. No hay compañerismo.

Cómo enseñar la lealtad a nuestros hijos

▪ Comprende a alguien de la familia que reconoce sus propias culpas.

▪ Demuestra confianza a nuestros hijos, familiares, amigos y compañeros. De esta forma consultarán sus dudas, sin temor a represalias. 

▪ Cumple siempre los acuerdos tácitos o explícitos en la familia.

▪ Enseña de forma práctica a los hijos que se puede confiar en ellos. Pueden ser confidentes y colaboradores.

▪ Sed leales entre los esposos. Hazlo con todos.

▪ Ayuda en las tareas de la casa de forma habitual.

▪ Muestra agradecimiento en el momento que alguien te da algo bueno.

Para Benjamines
Para Alevines
Para infantiles y cadetes

Test del Compañerismo

1. ¿Animo a mis compañeros en los entrenamientos y en los partidos?

  1. •Cuando tienen un fallo
  2. •En cuanto nos meten un gol
  3. •Cuando el ritmo baja
  4. •Si nos están apretando

2. ¿Les ayudo en aquello que pienso que pueden mejorar?

  1. •Un ejercicio no lo han entendido bien y se lo explico o les digo cómo deben hacerlo
  2. •Exponer casos reales en los que mis compañeros pueden mejorar.

3. ¿Les felicito cuando hacen algo bien?

  1. •Cuando meten un gol
  2. •Si hacen un buen pase
  3. •En el caso que le den un premio
  4. •Cuando gana un partido el equipo contrario.

4. ¿Les perdono cuando cometen un error?

  1. •Cuando se meten un gol en propia puerta
  2. •Si no te pasan y pierdes la oportunidad de meter un gol
  3. •En el momento que te hacen una falta que te sienta mal
  4. •Cuando el árbitro se equivoca

5. ¿Soy individualista en los partidos?

  1. •Me lo ha comentado alguna vez el entrenador
  2. •Busco sobresalir en los partidos y solo hablo de mis goles
  3. •Felicito al compañero que mete gol

6. ¿Procuro que los demás se lo pasen bien?

  1. •Cuando quieren contarnos algo es bueno escucharles
  2. •Hacer bromas para pasar un buen momento juntos.
  3. •Contarles cosas que les pueda interesar

7. Me esfuerzo por conocer bien a mis compañeros

  1. •He ido alguna vez a su casa y he invitado a los del equipo a la mía?
  2. •Conozco a su familia y a sus hermanos
  3. •Conozco sus gustos y preferencia

8. ¿Procuro que los comentarios sean positivos?

  1. •Hablo siempre bien de mis compañeros
  2. • Les defiendo siempre.

9. ¿Hablo siempre bien de mis compañeros?

  1. •Siempre hago comentarios positivos
  2. •Veo siempre la parte buena 
  3. •Intento ser comprensivo con sus errores

10. ¿Soy amable con mis compañeros?

  1. • Saludo a mis compañeros siempre.
  2. •Agradezco sus detalles y los valoro
  3. •Procuro no enfadarme nunca con ellos

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