La educación deportiva se ha convertido en la actualidad en una gran herramienta para mejorar nuestra sociedad y hemos de aprovecharla.
«Solo es posible cambiar el mundo si cambiamos la educación»
Y es bien cierto, el futuro de la sociedad que deseamos se fundamenta y se apoya en la educación. Y ¿cómo queremos que sea esta educación? Lo diré en pocas palabras: una educación donde el deporte tenga un importante protagonismo.
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Mejorar la educación deportiva mejora la sociedad
Este es el motivo por el que he querido dedicar un tiempo para profundizar cómo el deporte puede mejorar la sociedad. El deporte ha sido siempre tema principal en la vida de muchas personas. Se trata simplemente de mejorar la educación a través de la práctica deportiva.
No es algo que afirme de forma teórica. He podido comprobarlo personalmente a lo largo de mi dilatada experiencia como formador en el deporte. La tarea de educar no se reduce a la transmisión de conocimientos. Buscamos también la adquisición de habilidades y actitudes.
Aprovechar el tirón del deporte
No cabe la menor duda que el deporte hoy en día tiene una enorme repercusión. Hemos de aprovecharlo para que, bien enfocado, sea parte de la educación de nuestros hijos. No podemos desaprovechar una oportunidad tan atractiva y a la vez tan formativa.
Los colegios, las universidades, y las escuelas deportivas son lugares ideales para incentivar un entendimiento del deporte que esté orientado a la educación, la inclusión y el progreso humano.
La atracción que tiene el deporte debe ser aprovechada para mejorar nuestra sociedad. Es un punto vital que no podemos desperdiciar.
Los padres deben involucrarse en la educación deportiva
De nuevo hemos de dejar claro que los padres y las familias tienen un papel importante, en constante diálogo con los profesores y los directivos de estas entidades, en el modo de promover las actividades deportivas, para que éstas lleven al desarrollo integral de los deportistas.
Deben involucrarse más para que el deporte no se convierta simplemente en una competición donde nuestros hijos deben ganar. Lo meramente deportivo lo dejamos para los entrenadores y los técnicos, pero en la educación deportiva, los padres deben estar ahí para conseguir que el deporte de su hijo se transforme en una situación enriquecedora de mejora personal y aprendizaje.
No perder el rumbo
Tenemos mucho que ganar en todo esto si ponemos empeño y tenemos claro lo que buscamos. No nos perdamos en la batalla equivocada, la de la simple competición, la ambición por ganar a toda costa, la pasión desmedida, el éxito a corto plazo…
Tu hijo hace deporte porque le gusta. Y tú quieres que lo practique porque puede enriquecerse mucho como persona. No perdamos el rumbo. Como padres tenemos una grave responsabilidad en cuanto a la formación de nuestros hijos. No nos equivoquemos.
El deporte aporta experiencias con un fuerte impacto
Las experiencias deportivas que viven nuestros hijos tienen un impacto formativo directo en ellos. Por este motivo, pueden ser parte de la educación integral de la persona. Siempre hemos dicho que el deporte no transmite valores sino que son las personas que practican deporte los que pueden sacar de esta situación importantes valores para su formación personal. Hemos de tener muy claro que la educación deportiva también puede ser una importante fuente de malos hábitos si no se dirige correctamente.
Un modelo de educación informal enriquecedor
La educación formal en la actualidad está enfocada con bastante frecuencia a ofrecer conocimientos y a formar el intelecto. Pero hoy en día necesitamos algo más que conocimientos. El conocimiento es importante porque nos proporciona una base para poder pensar y tomar decisiones.
Sin embargo, deseamos que nuestros hijos reciban una formación integral. Y eso empieza en nuestra propia casa, en nuestra familia pero luego debe extenderse a la escuela, la universidad y a todas aquellas entidades donde se pretende educar a nuestros hijos. ¿Y qué mejor situación que el deporte para ofrecerles una educación deportiva no formal tan enriquecedora?
Necesitamos abrirnos a nuevos horizontes, crear nuevos modelos. Formar a nuestros hijos a través del deporte es algo que deberíamos plantearnos en serio por lo mucho que tenemos por ganar. Quien dice el deporte podría añadir la música, el arte, etc. Son situaciones donde nuestros hijos pueden desarrollar experiencias educativos de enorme interés.
Tres grandes retos en la educación deportiva
Estamos planteando, por tanto, nuevas formas de educación no formal y nuevas formas de enfocar y adaptar el deporte a las exigencias y demandas de la sociedad contemporánea. A los actuales centros de formación se les presentan tres grandes retos:
- Educar a través del deporte
- Educar a los deportistas y
- Educar al deporte mismo
El deporte es un instrumento de educación que puede fomentar elevados ideales humanos cuando está bien dirigido. Se trata de formar de manera integral a los jóvenes en valores como la lealtad, la perseverancia, la amistad, la solidaridad y la paz.
Y esto es así porque la actividad deportiva, cuando se vive y se interpreta de modo correcto, constituye una singular expresión de las mejores energías interiores del hombre y de su capacidad de superar las dificultades con sacrificio, generosidad y constancia.
Formación Práctica
Podemos decir que es una formación práctica porque nuestros hijos aprenden esos valores y esas actitudes positivas cuando practican un deporte. Son situaciones que viven de una forma muy especial y que les hace plantearse respuestas que se aplican también en la vida misma.
Apoyado por verdaderos especialistas
Defendemos el deporte como modelo de formación siempre que esté bien dirigido o apoyado por verdaderos especialistas, que sepan guiar a nuestros hijos o que les ayuden a descubrir los verdaderos valores del deporte y, de esta forma, se animen a aplicarlos con criterio a lo largo de sus vidas.
El deporte es educativo, cuando transforma los impulsos humanos, incluso los potencialmente negativos, en buenos propósitos. Los jóvenes aprenden a desarrollar un sano espíritu de lucha, sin conflictos. Aprenden a competir en un campo, donde su adversario no es su enemigo.
Pero para conseguir esa transformación es necesario que haya detrás buenos formadores, con una buena preparación académica, con grandes aptitudes para trabajar con los jóvenes, con valores bien arraigados que sirvan de modelo en el día a día.
Educar a través del deporte
Los centros educativos pueden y deben utilizar la herramienta del deporte en la tarea de la formación integral de los jóvenes. Pese a que son ideas que tenemos muy claras en nuestra mente, está costando en la práctica definir mejor el papel del deporte en la nueva educación de nuestros hijos.
Ser más coherentes en la educación deportiva
Son muchos los que ponen el deporte como modelo educativo donde se intenta formar integralmente. Sin embargo, a la hora de hacerlo realidad con sus jugadores, deberían ser más coherentes. Una cosa es lo que piensan y afirman al respecto y otra muy diferente lo que practican en el campo.
Muchas veces se dice pero no se hace y es una pena porque son nuestros hijos los que están pagando nuestra falta de decisión, nuestra poca coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos en materia educativa.
Es frecuente escuchar a los responsables del sistema educativo sobre la importancia que tiene el deporte en la formación integral de los deportistas. Y, sin embargo, a la hora de la verdad, dedican escasos recursos materiales y económicos a incrementar y mejorar la posición del deporte en el escenario académico.
Hay un consenso generalizado en que el deporte se entiende como un instrumento para la educación de los estudiantes. Por lo tanto, la educación física, las competiciones, los entrenamientos, el juego y el movimiento deberían tener una mayor presencia en la vida académica de los jóvenes.
¿Por qué no damos ya el siguiente paso? ¿Para cuándo una educación no formal en las escuelas? ¿Por qué no promovemos escuelas deportivas que realmente formen en lugar de priorizar la competición como si se tratara de deportistas profesionales?
Educar a los deportistas
Los deportistas constituyen un referente valioso dentro de la sociedad en la que vivimos. Sin embargo, esta misma sociedad no está preparada para ayudarles en su formación. Es verdad que se insiste mucho en que lo más importante para un deportista son sus estudios pero, a la hora de la verdad, lo que realmente interesa son sus resultados deportivos.
Nos da igual su formación académica e integral
No hablo de las excepciones, pero entiendo que es algo que lamentablemente está demasiado arraigado en el mundo del deporte. Se nos van los ojos ante el futuro espectacular de ese deportista y nos olvidamos de todo lo demás.
Deporte y estudios son incompatibles
Esto significa que la mayor parte de los deportistas que destacan en el deporte, debe optar entre la práctica deportiva y su formación escolar y académica, ya que resulta complicado compaginar ambas tareas y no existe un apoyo institucional para realizarlo.
Dedican los años de su juventud al desarrollo de sus aptitudes deportivas y ponen en riesgo su futuro profesional, ya que, salvo en algunos deportes, la inmensa mayoría no podrá subsistir económicamente de su carrera deportiva.
Formar a los deportistas humana y profesionalmente para su posterior incorporación al mercado laboral es una de las exigencias del sistema educativo actual. No podemos abandonarlos a su suerte. No debemos utilizarlos como si fueran objetos de usar y tirar cuando ya no rinden lo suficiente. Hemos de pensar siempre y desde el principio en su futuro como personas.
Conviene subrayar que una auténtica formación humana de los deportistas se convierte indirectamente en instrumento de educación en un plano social más amplio.
Los centros educativos deberían plantear planes de ayuda especial para los deportistas de alto nivel en su formación académica y profesional, que les permita, una vez que hayan acabado su carrera deportiva, una correcta incorporación al mercado laboral.
El modelo de las universidades americanas, tiene luces y sombras; ventajas y defectos, pero es un modelo que pretende facilitar a los deportistas una formación universitaria que les capacite para afrontar con garantías el futuro fuera del ámbito deportivo.
La formación del mundo del deporte
Las universidades de muchos países también han asumido la tarea del estudio del deporte. Hay cursos y programas de investigación que buscan educar, formar y entrenar a los futuros entrenadores, dirigentes del deporte, científicos y gestores deportivos.
El mundo del deporte es transversal
Y se relaciona con diferentes ámbitos del saber: medicina, economía, derecho, nutrición, comunicación, sicología, etc. A las Universidades, Escuelas de negocios, Liceos y Centros de Investigación se les presenta el deporte como una oportunidad para descubrir nuevos horizontes de estudio, nuevos sectores a los que aportar luz y nuevos grupos de personas a las que formar.
Educar al deporte mismo supone ponerse a su servicio. Facilitar que las diferentes áreas de conocimiento y del saber le abran sus puertas y contribuyan con el estudio y la investigación a su mejora y desarrollo.
No importa la edad
No importan los años para quien cree que la juventud es una cualidad interior, Y esta cualidad interior se genera con el juego.
“Las personas no dejan de jugar porque se hacen mayores, sino que se hacen mayores porque dejan de jugar”.
Para cambiar el mundo hay que cambiar la educación. Esta es la gran tarea que las generaciones futuras tienen por delante y el deporte se presenta como una excelente ayuda para esta misión.