El que da, siempre recibe más

Generosidad

Tenemos muy claro que, para conseguir el máximo rendimiento de un jugador, necesitamos trabajar no solo sus destrezas y habilidades técnicas sino la inteligencia y la voluntad. Por este motivo, trabajamos unos objetivos durante todo el año, mediante un programa específico, para inculcarles los valores deportivos a través de herramientas atractivas como son la exposición de vídeos ejemplares de sus ídolos o historias relatadas de forma muy original para que les llame fuertemente la atención.
Te aconsejo que primero visiones esta noticia de la que os dejo un link:
Es un día cualquiera de un año cualquiera. La selección de Colombia está llegando con un autobús a la entrada del hotel donde se alojarán antes del Mundial. Un niñito de 10 años insignificante, como tantos otros, lleva horas esperando poder saludar a sus ídolos colombianos. Baja el primer jugador y el niño, en cuanto lo ve, lo llama por su nombre… Pero el jugador ni le mira. Anda sordo y despistado al parecer.
Siguen bajando jugadores que pasan a pocos metros del niño, que les llama por el nombre desesperadamente. Nadie se acerca. Quizá están pensando: ¿Ahora que voy a descansar en el hotel tengo que atender a este niñito? ¡Qué pesado! Ni le miro y sigo con lo mío.
James, desde el interior del autocar, se ha dado cuenta de lo que está pasando y decide bajar. Cuando oye la voz del niño gritando su nombre, sin dudarlo, se dirige a él con una sonrisa. El niño se emociona y se pone a llorar. James lo abraza y le dice que no llore. Le ayuda a pasar la valla de separación y le vuelve a abrazar con mucho cariño. Le firma la camiseta del Madrid que llevaba el niño y se quita el chandal para dárselo. No tiene prisa. El tiempo se ha parado para estas dos personas.
¿Cómo estaba el niño? Feliz, muy feliz. Han sido 5 minutos mágicos que el niño jamás olvidará. ¿Por qué hizo esto James? Una persona es generosa porque de pequeño así lo han educado sus padres. Si tu eres generoso ahora que tienes 9, 10 ó 12 años, cuando seas mayor seguirás siéndolo porque son valores que has practicado en la infancia. A James le enseñaron de pequeño que debía ayudar a los demás y, siendo ya un jugador profesional, lo sigue practicando con pequeños detalles como este, que valen mucho.
A los jóvenes deportistas que me estáis leyendo os digo que yo os veo cuando seáis mayores en ese mismo autocar. ¿Cómo os gustaría ser? Como una de esas grandes estrellas que no tienen ni tiempo de saludar a ese niño porque son unos egoístas que solo piensan en si mismos o como James que se percató de lo que estaba pasando y dedicó unos minutos a satisfacer la ilusión de ese niño?
Si queréis llegar a ser como James (me imagino que así pensáis la mayoría), debéis plantearos hoy mismo, mañana, todos los días de vuestra vida esta pregunta: ¿hoy qué he hecho por los demás? ¿qué puedo hacer? Si no has hecho nada, eres un egoísta. Serás como las estrellas de este equipo que no supieron aprovechar ese momento para dar algo suyo a los demás.
Todos los días hay un montón de momentos para ser generosos. Como eres un deportista te enumero algunos detalles que quizá tu conoces bien. En el equipo donde juegas, siempre hay motivos para poder ayudar. Debes estar atento para darle ánimos a aquel portero que acaba de recibir un gol, a aquel compañero que está pasando un mal momento porque su mamá está enferma, a los demás del equipo cuando durante el partido las cosas están saliendo mal.
Esfuérzate por ser optimista siempre porque ayudas a los demás a ver las cosas con más entusiasmo. Que tus compañeros sepan que siempre estás disponible para lo que necesiten.
Posiblemente lo que te propongo cuesta porque uno no está con ánimos para andar ayudando o animando a los demás cuando lo estás pasando mal pero piensa en la escena de James y el niño. Posiblemente era mucho más sencillo para James ignorarlo y llegar cuanto antes al hotel para descansar y tomarse una suculenta comida.
Sin embargo prefirió detenerse y retrasar todo eso que le esperaba en el hotel para hacer feliz a un niño. ¿Y sabes qué? Ese niño recibió una gran satisfacción pero lo que no sabe el niño es que el que recibió más fue el propio James que seguro que se fue al hotel más feliz que nunca por algo muy pequeño que hizo por ese niño.
Cada vez que ayudes a un compañero, piensa que el que sale ganando eres tú porque ese esfuerzo que haces por otra persona te llenará de felicidad. Seguro que ya lo has comprobado muchas veces. El que da, siempre recibe más.
Normalmente, al final de esta conversación, los chicos de la Fundación Marcet ven un documento del que no te quiero privar. Vale la pena que lo veas con tus padres  o entrenadores y que te expliquen lo que no hayas entendido. 
Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Tumblr
WhatsApp
Email
Telegram

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio