Entrenador, “encantador de serpientes”

[vc_row][vc_column][vc_column_text]En este mundo del fútbol base hay un tipo de entrenador que iría muy bien estirpar por el daño que hacen al fútbol base. Se trata del entrenador encantador de serpientes que es capaz de convencer a una familia para que su hijo se vaya con él, contándoles no se sabe qué proyecto que terminará en la absoluta gloria.
 
Marcelo es un niño de 10 años que, como ya es habitual, ha recibido llamadas apremiantes y constantes de varios clubes importantes de la ciudad. Es un buen jugador pero todavía con muchas carencias e inseguridades con las que estamos trabajando con calma para ir puliendo su técnica y su forma de juego.
 
Algunos equipos, esos que necesitan ganar cada fin de semana porque piensan que es la única forma de destacar, no cesan de llamarle cada día de la semana ofreciéndole todo lo que se nos pueda ocurrir. Por supuesto, no tiene que pagar ni un euro, lo vienen a recoger, le ponen un profesor particular, una categoría impresionante, tienen un acuerdo con el Barça…, en fin algo irresistible.
 
Aquí, lo único que le hemos ofrecido es una buena formación y al final los padres eligieron bien. No se dejaron convencer por los famoso cantos de sirena ya comentados en otro artículo: http://www.javiermarcet.com/?p=142
 
La familia estaba convencida de que lo mejor para él era su formación y decidieron quedarse para seguir en el club donde tanto estaba aprendiendo. Ya llegaría el momento de dar el salto más adelante, una vez completada su formación.
 
Pero no tuvieron en cuenta otro peligro todavía mayor: esos entrenadores encantadores de serpientes que van pasando por diversos clubes sin más interés que irse colgando medallas año tras año. Se dedican a explorar el mundo del fútbol base y van recogiendo las flores de primavera que más colorido tienen para formar un precioso ramillete hasta que se pudre y lo lanzan al suelo para utilizarlo de estiércol mientras van creando nuevos ramilletes de flores.
 
Marcelo estuvo en el punto de mira de uno de esos entrenadores y sus padres fueron convencidos para que le siguieran hasta el fin del mundo. La historia que les contó no tiene desperdicio.
 
– En dos temporadas voy a estar entrenado en el Madrid y quiero llevarte allí. Mientras, esta próxima temporada estaré en tal equipo (a 90 kms de distancia de su casa) y quiero seguirte y prepararte para poder luego dar el salto conmigo. Te recogeré cada día de entrenamiento en un coche y no tendrás que preocuparte de nada.
 
Ante tal promesa, los padres sucumbieron. El encantador de serpientes había conseguido otro trofeo para su vitrina. Los padres de Marcelo son bastante sencillos y no saben qué hacer ante estas situaciones. Desde el club les hemos aconsejado prudencia porque este tipo de entrenadores dicen pero luego no hacen. No porque no quieran sino porque las cosas no son tan sencillas como las pintan.
 
Este tipo de entrenador es inquieto y suele abandonar los estudios para dedicarse al fútbol. Invierte todo su dinero para sacarse el nivel 1, 2 y 3 de entrenador con la ilusión de llegar a ser Mou, Guardiola y compañía sin darse cuenta que esos cursos no le van a aportar los suficientes conocimientos para poder ser algo en el fútbol ni en la vida. Toda su energía la dedican a conseguir alcanzar el estrellato como entrenador y todo vale para conseguirlo.
 
Se dedican a pasear de campo a campo para conocer bien el mercado, filtrean con los padres de los niños que despuntan y tienen listas interminables de teléfonos de jugadores con las que juegan a intercambiarse favores con otros entrenadores de su misma calaña. No creen en la formación y dedican todo su tiempo a la construcción de equipos formados por jugadores engatusados con vanas promesas.
 
Marcelo es un jugador más seducido por la magia de su falso encanto. Muchos de estos jugadores, con el tiempo, se dan cuenta del engaño y por vergüenza son incapaces de volver al lugar de procedencia y prefieren continuar con la farsa esperando un golpe de suerte que no vendrá. Otro jugador, por desgracia, destrozado sin remedio.
 
Cuántos niños se pierden en el camino por culpa de los encantadores de serpientes. Hemos de terminar ya con estas imperdonables situaciones.
Hoy me han contado un hecho increíble. Un equipo benjamín de la ciudad que ha ganado la liga en su grupo, se ha quedado sin uno solo de los jugadores. Han desaparecido todos. Los encantadores de serpientes se han comportado como auténticos depredadores y no han dejado ni uno. Esta historia te suena ¿no?
 
Hay padres cazacategorias y entrenadores depredadores. Mientras, los niños del fútbol base son los que están pagando todos estos desenfrenos.
 
Hoy me ha llamado un padre y me ha contado que ha estado una hora hablando con el coordinador de un club importante. Ha estado intentando convencerle para que su hijo jugara en su club. Cuando le ha dicho que no, a pesar de todo lo que le ha prometido (atentos, incluso trabajo a su mujer que está en el paro) se ha quedado asombrado de que prefiera jugar en un equipo que este año estará en segunda división. No podía entender que hubiera un padre que le diera igual la categoría en la que iba a jugar su hijo.
 
¡Lo que nos hemos reído juntos! Y es que a veces, los encantadores de serpientes no consiguen atrapar a sus presas. Se les escapan incomprensiblemente. Son padres que saben lo que quieren y actúan en consecuencia a pesar de experimentar una presión muy fuerte.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
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2 comentarios en “Entrenador, “encantador de serpientes””

  1. Hola Javier
    Ya es la tercera vez que te escribo, leo bastante tu blog, por supuesto estoy muy de acuerdo contigo en muchos aspectos.
    Me ha encantado lo de encantador de serpientes, además los visualizo con mucha claridad.
    Partiendo de que el futbol no es mi deporte favorito (esto ya te lo he dicho en algunas publicaciones), cuando he leído lo del equipo Benjamín que gano la liga, claramente he visto identificado al equipo de mi hijo que tenía el año pasado, aunque a nosotros nos pasó un poco al revés,
    Te comento teníamos un equipo claramente motivado y muy compenetrado, ya estaban jugando de 2 a 3 años juntos y los niños disfrutaban con el futbol, se les veía felices tanto anímicamente como físicamente.
    Los entrenadores, 2 chavales jóvenes pero con mucha experiencia, creían en ellos, tenían paciencia, les conocían, sabían de qué pecaba cada uno y poco a poco les iban corrigiendo sus errores, siempre con la premisa de que esto es una extraescolar, competitiva sí, pero al fin y al cabo un anti-stress, tal como ellos decían, es para divertirse y evolucionar día a día, pero disfrutando.
    Pues bien los niños con esa actitud lo ganaron prácticamente todo, liga, torneos, amistosos, prácticamente la temporada perfecta.
    Mi hijo estaba encantado, capitán del equipo, elegido por todos los miembros del equipo, además lo convocaron con la selección y estuvo jugando y compaginando las dos cosas, y toco la hora de la despedida de la temporada.
    Todos los padres que bien, el año próximo tendrán una temporada como esta, además si lo hicimos bien como Benjamines de 1er año, ya verás cuando sean los grandes de la categoría.
    Pues que paso, que el club perdió una categoría más elevada, donde iban a jugar el equipo y……………………… ZAssssssss aparecieron los encantadores de serpiente, yo por mi parte no me deje engatusar por los cantos de sirena, que como va jugar en esa categoría, que se le queda pequeña, que vente aquí a probar, me llegaron a decir, aun estando en época de exámenes el niño, que fuera a probar, que si el niño ya tenía buenas notas, no lo iban a suspender, que era muy importante para ese cazador de serpientes que el niño fuera a probar. Me negué rotundamente.
    Pero cuál fue mi sorpresa que al llegar septiembre, llego a las instalaciones del club y quedábamos 3 niños, los demás se habían ido a ese y al otro, porque les habían prometido tal categoría o la otra.
    La verdad es que lo pasamos muy mal, porque veíamos que empezábamos la liga y aun seguíamos sin niños, fue tal la falta de niños que al final el Presidente del club ( con el cual guardo una relación de amistad, me aconsejo que me fuera, ya que el niño estaba bastante desilusionado)
    Entonces apareció una persona (coordinador de un club, justo al lado también de casa) que se puso en contacto conmigo y con mucha profesionalidad, me estuvo explicando que conocía la situación del equipo, que no había llamado antes porque sabía nuestra negativa a cambiar, pero que al ver que no teníamos niños y con consentimiento del Presidente (el del club anterior) les había transmitido, que si podía venir a probar, cosa que se lo agradecí.
    A mí me daba igual la categoría en la que jugase el niño, mi sorpresa fue que uno u otro le conocían, o del cole, de haberse enfrentado, siempre con buenas intenciones.
    No solo está encantado el niño, sino que ha sido elegido otra vez Capitán del equipo, vuelve a estar ilusionado, además de jugar en la máxima categoría del club (cosa que nosotros no supimos hasta el inicio de temporada).
    Con esto termino, también tenemos contacto con el resto de padres que teníamos el año anterior, algunos han vuelto decepcionados al mismo equipo, y hay otros padres que los veo recorrer con sus hijos buscando esa categoría tan preciada para ellos
    ( yo personalmente no se cual es), la categoría perfecta para mi hijo es aquella en la que disfruta de lo que hace, se divierte y se ríe, comete errores y aun así está aprendiendo, es humilde y compañero de sus amigos.
    Como siempre le digo, sal al campo y diviértete con lo que haces.
    Gracias Javier, por tus comentarios.
    Saludos David

    1. Hola David,
      Es la historia que se repite en tantas y tantas familias. No sabes el bien que hace que tu escribas lo que le pasó a tu hijo porque muchas personas que están en la misma situación que tu, encontrarán un ejemplo y un modelo adecuado que les permitirá tomar la decisión correcta y no cometerán el error de dejarse seducir por la música de las sirenas o encantadores de serpientes. Te felicito porque lo tienes muy claro y por desgracia hay tantos padres completamente ofuscados con esto del fútbol que los que actuáis así parecéis los raros del fútbol. Que sepas que tu forma de actuar es muy correcta y coherente con lo que hemos de buscar con el fútbol de nuestros hijos. Gracias, muchas gracias por tu testimonio. Espero otros muchos más porque soy consciente de que los hay.

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2 comentarios en “Entrenador, “encantador de serpientes””

  1. Hola Javier
    Ya es la tercera vez que te escribo, leo bastante tu blog, por supuesto estoy muy de acuerdo contigo en muchos aspectos.
    Me ha encantado lo de encantador de serpientes, además los visualizo con mucha claridad.
    Partiendo de que el futbol no es mi deporte favorito (esto ya te lo he dicho en algunas publicaciones), cuando he leído lo del equipo Benjamín que gano la liga, claramente he visto identificado al equipo de mi hijo que tenía el año pasado, aunque a nosotros nos pasó un poco al revés,
    Te comento teníamos un equipo claramente motivado y muy compenetrado, ya estaban jugando de 2 a 3 años juntos y los niños disfrutaban con el futbol, se les veía felices tanto anímicamente como físicamente.
    Los entrenadores, 2 chavales jóvenes pero con mucha experiencia, creían en ellos, tenían paciencia, les conocían, sabían de qué pecaba cada uno y poco a poco les iban corrigiendo sus errores, siempre con la premisa de que esto es una extraescolar, competitiva sí, pero al fin y al cabo un anti-stress, tal como ellos decían, es para divertirse y evolucionar día a día, pero disfrutando.
    Pues bien los niños con esa actitud lo ganaron prácticamente todo, liga, torneos, amistosos, prácticamente la temporada perfecta.
    Mi hijo estaba encantado, capitán del equipo, elegido por todos los miembros del equipo, además lo convocaron con la selección y estuvo jugando y compaginando las dos cosas, y toco la hora de la despedida de la temporada.
    Todos los padres que bien, el año próximo tendrán una temporada como esta, además si lo hicimos bien como Benjamines de 1er año, ya verás cuando sean los grandes de la categoría.
    Pues que paso, que el club perdió una categoría más elevada, donde iban a jugar el equipo y……………………… ZAssssssss aparecieron los encantadores de serpiente, yo por mi parte no me deje engatusar por los cantos de sirena, que como va jugar en esa categoría, que se le queda pequeña, que vente aquí a probar, me llegaron a decir, aun estando en época de exámenes el niño, que fuera a probar, que si el niño ya tenía buenas notas, no lo iban a suspender, que era muy importante para ese cazador de serpientes que el niño fuera a probar. Me negué rotundamente.
    Pero cuál fue mi sorpresa que al llegar septiembre, llego a las instalaciones del club y quedábamos 3 niños, los demás se habían ido a ese y al otro, porque les habían prometido tal categoría o la otra.
    La verdad es que lo pasamos muy mal, porque veíamos que empezábamos la liga y aun seguíamos sin niños, fue tal la falta de niños que al final el Presidente del club ( con el cual guardo una relación de amistad, me aconsejo que me fuera, ya que el niño estaba bastante desilusionado)
    Entonces apareció una persona (coordinador de un club, justo al lado también de casa) que se puso en contacto conmigo y con mucha profesionalidad, me estuvo explicando que conocía la situación del equipo, que no había llamado antes porque sabía nuestra negativa a cambiar, pero que al ver que no teníamos niños y con consentimiento del Presidente (el del club anterior) les había transmitido, que si podía venir a probar, cosa que se lo agradecí.
    A mí me daba igual la categoría en la que jugase el niño, mi sorpresa fue que uno u otro le conocían, o del cole, de haberse enfrentado, siempre con buenas intenciones.
    No solo está encantado el niño, sino que ha sido elegido otra vez Capitán del equipo, vuelve a estar ilusionado, además de jugar en la máxima categoría del club (cosa que nosotros no supimos hasta el inicio de temporada).
    Con esto termino, también tenemos contacto con el resto de padres que teníamos el año anterior, algunos han vuelto decepcionados al mismo equipo, y hay otros padres que los veo recorrer con sus hijos buscando esa categoría tan preciada para ellos
    ( yo personalmente no se cual es), la categoría perfecta para mi hijo es aquella en la que disfruta de lo que hace, se divierte y se ríe, comete errores y aun así está aprendiendo, es humilde y compañero de sus amigos.
    Como siempre le digo, sal al campo y diviértete con lo que haces.
    Gracias Javier, por tus comentarios.
    Saludos David

    1. Hola David,
      Es la historia que se repite en tantas y tantas familias. No sabes el bien que hace que tu escribas lo que le pasó a tu hijo porque muchas personas que están en la misma situación que tu, encontrarán un ejemplo y un modelo adecuado que les permitirá tomar la decisión correcta y no cometerán el error de dejarse seducir por la música de las sirenas o encantadores de serpientes. Te felicito porque lo tienes muy claro y por desgracia hay tantos padres completamente ofuscados con esto del fútbol que los que actuáis así parecéis los raros del fútbol. Que sepas que tu forma de actuar es muy correcta y coherente con lo que hemos de buscar con el fútbol de nuestros hijos. Gracias, muchas gracias por tu testimonio. Espero otros muchos más porque soy consciente de que los hay.

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