El principal elemento que debes aportar, si quieres ser entrenador de fútbol, es el ejemplo. Tu ejemplo será decisivo en el aprendizaje de tus jugadores. Pero, puede ocurrir que no te des cuenta y presentes modelos equivocados. Si no los detectas, puede ser definitivo para ellos porque quedan fijados en su forma de actuar.
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Corregir el error lo antes posible
Sabemos que el niño aprende a través del modelo que le ofrecemos y de las muchas repeticiones que realiza en los entrenamientos. Imagínate si tu das un modelo equivocado y el niño lo copia y empieza a repetirlo hasta asimilar algo que desde el inicio está mal.
“Hay que corregir el error lo antes posible, para impedir que quede fijado“
Necesidad de una buena preparación
Esta secuencia del aprendizaje que acabo de describir es bastante habitual. Por este motivo insisto tanto en la necesidad de una buena preparación de los entrenadores de fútbol base. No pueden ser los juveniles del club que hacen el trabajo gratis a cambio de jugar en el equipo. O un papá que tiene tiempo por las tardes para entrenar.
Uno puede pensar que como son niños, tampoco es necesario que los dirija un entrenador bien preparado. Sin embargo esto es un error porque estamos desperdiciando un tiempo complicado de recuperar.
Una vez creado el vicio, por un ejemplo mal dado, cambiar ese hábito es muy complicado porque el niño lo tiene grabado en su cerebro y lo que hay que hacer es borrarlo e imprimir un modelo nuevo. Ni más ni menos.
Esta es la razón por la que es importante corregir el error lo antes posible. Si nosotros entrenadores no le damos importancia a ese error, si no lo detectamos, si no sabemos tan siquiera que es un error, no podremos evitar que se fije en la forma de juego del niño y quede consolidado algo que está mal.
La responsabilidad de ser entrenador en el fútbol formativo es inmensa
Hemos de darnos cuenta que si corregimos a tiempo en los entrenamientos y somos capaces de descubrir los errores antes de que queden fijos en el jugador, estamos consiguiendo formar adecuadamente y reducir al máximo los vicios técnico tácticos, tan importantes para el rendimiento deportivo.
Consejos para ser entrenador de fútbol
Correcciones muy breves
Ser entrenador de fútbol exige que tus correcciones sean breves y sobre la marcha a modo de feedback profundo y pensando en la situación de juego real. Esas indicaciones breves pero constantes son el mejor modo de conseguir evitar que los errores se fijen en los jugadores.
Cuando el error es más grave, cuando la corrección debe ser más larga, cuando el peligro es mayor, podemos aprovechar momentos diferentes del entrenamiento donde hay una pausa, para charlar de forma privada con el jugador, dejarle claro su error y darle pistas sobre cómo subsanarlo. Además es bueno hacerle, posteriormente, un seguimiento personal, con pequeños feedbacks orientativos, hasta conseguir erradicar el fallo.
Encontrar el momento adecuado
Un descanso para beber agua es suficiente para llamar aparte al jugador en el propio campo y comentar de forma motivadora lo que has apreciado que puede mejorar. Muchos entrenadores no se dan cuenta de que si no lo haces cuanto antes, puede ocurrir que no encuentres el momento ideal después y aquello quede fijado para siempre por tu falta de organización.
Sobre esta idea, hemos de tener claro que los entrenadores de fútbol base no tienen normalmente un equipo de ayudantes alrededor suyo y por este motivo debe hacerlo todo ellos. En el caso de los errores que detecta en un partido, es fundamental llevar una pequeña libreta para tomar notas.
Evitar los enfados y los gritos
Entrenador de fútbol. en lugar de andar gritando como un desesperado en el campo, aconsejo tomar nota de aquellos errores que vas detectando tanto individuales como colectivos. Luego, en el descanso, eres mucho más efectivo porque todo está anotado, no se te puede olvidar. Si no se corrigen por olvido o estrés del partido, aquellos errores acabarán fijados en los jugadores porque no son capaces de detectar que están mal.
Posiblemente esos errores que vas anotando cada semana en la libreta se repitan con frecuencia. Si se repiten es que todavía no están bien corregidos, que debes hacer algo más como entrenador de fútbol para conseguir hacer desaparecer del equipo o del jugador ese error.
Pongo por ejemplo el caso de un equipo que encaja muchos goles. Cada gol que encaja es un error y el análisis de ese error semanal, puede llevarnos, si trabajamos bien, a mejorar nuestro sistema defensivo alcanzando niveles de eficacia sorprendentes.
Si no analizamos lo que nos pasa en los partidos, posiblemente lleguemos a situaciones de desesperación por no descubrir mejoras en nuestro equipo pese a que la culpa es tuya, no de los jugadores. Han fijado acciones defensivas como buenas cuando son erróneas. Pero tú no se las has corregido por el motivo que sea.
No corregir en el mismo momento
Recuerda que como entrenador de fútbol debes corregir lo antes posible a tus jugadores para que esos errores no queden fijados. Cuando digo lo antes posible, algún entrenador puede pensar que es en el mismo momento que lo comete. Y no es así, normalmente.
Ya hemos comentado que en ese momento, durante el partido, el jugador necesita la libertad necesaria para tomar sus decisiones por cuenta propia y la concentración suficiente para acertar. No es momento de hablar con él de nada. No le hacemos ningún bien. Hay que escoger el mejor momento para corregir. Normalmente esa situación se da cuando está más receptivo. Es misión del entrenador descubrirlo y responsabilidad suya indicarlo con la urgencia necesaria.