Los niños futbolistas son los esclavos del siglo XXI porque están siendo utilizados para el beneficio de unos pocos.
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El futuro del fútbol está en los valores
Me dirijo a padres, entrenadores/formadores, directivos y legisladores del deporte. A todos aquellos que intervienen en la formación integral del niño. Quiero despertar y motivar esa gran responsabilidad que tenemos todos por educar a nuestros jóvenes no solo como deportistas sino como personas. Los niños futbolistas son los esclavos del siglo XXI.
Gracias al deporte tu hijo puede ser más ordenado, más generoso, más respetuoso, más seguro y más feliz aunque queda claro que todo esto no se consigue si no es con mucho esfuerzo personal, con una buena planificación, y con vuestro apoyo incondicional como padres.
Errores
Existen muchos errores en el planteamiento de los padres con hijos deportistas que se pueden resumir en dos conceptos: el exceso de protección y el afán descontrolado de competición ya mencionados en mi primer libro: Ayúdale a triunfar, cómo apoyar a tu hijo futbolista. https://www.amazon.es/Ayúdale-Triunfar-apoyar-futbolista-equivocarte-ebook/dp/B07B3Y21W2/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1520524284&sr=8-1&keywords=ayúdale+a+triunfar
Los entrenadores son sus modelos
Los entrenadores pueden transmitir esos valores a sus jugadores si tienen muy claro que la formación está por encima de la competición y que lo primero que debe conseguir es ser un modelo para ellos. Se trata de cambiar su mentalidad ganadora por una que priorice la formación, aunque sabemos que los dos conceptos son perfectamente compatibles. Hay muchas sugerencias y experiencias personales que pueden servir para mejorar nuestra forma de dirigir el equipo sea el deporte que sea. Recomiendo para los entrenadores el segundo libro titulado Ayúdale a triunfar, el entrenador como formador, que está a punto de publicarse.
Cambio de enfoque
Los responsables del mundo del deporte tienen en sus manos la posibilidad de cambiar el enfoque excesivamente profesional que se da al deporte formativo y que tanto daño hace. Por ejemplo, las federaciones territoriales, cuyo trabajo se basa en organizar la competición deportiva de los miles y miles de niños que practican deporte. Deberían revisar el planteamiento y funcionamiento de sus entidades para conseguir una competición más formativa. Un buen número de sus líderes vienen del mundo profesional y aplican, por desconocimiento, los mismos conceptos para las categorías no profesionales, con el daño que genera.
Trabajar en serio los valores
Hago especial llamamiento a los presidentes de los clubes y coordinadores para trabajar en serio los valores en sus entidades deportivas como un reto urgente e importante. Tienen en sus manos el futuro de muchas personas. Lamentablemente no existe una preocupación más allá de ganar ligas y promocionar a las máximas categorías, olvidándose de lo más importante, que son esos niños, futuro de nuestra sociedad.
En el fondo, padres, entrenadores y directivos hablan siempre, de forma teórica, de la importancia de los valores pero no son capaces de poner las bases para empezar a convertirlo en una realidad. Para conseguirlo, hay que dedicarle tiempo y esfuerzo. A corto plazo no hay recompensa y encuentras muchos dolores de cabeza porque son innumerables las premisas que hay que cambiar en el entorno del fútbol. Es el momento de ofrecer estrategias para empezar un trabajo fundamental con nuestros hijos, con nuestros jugadores, con nuestros equipos.
Lamentarse menos y hacer más
Basta ya de lamentaciones estériles detallando lo mal que está el mundo y la sociedad actual. Este artículo es un granito de arena de lo mucho que se puede hacer por el deporte formativo. Todo el esfuerzo en escribirlo me basta si consigo remover a una sola persona que quiera ponerlo en práctica en su hijo, en su equipo, en su club, en su federación…
Nos estamos equivocando, nos preocupamos más por instruir que por formar, y aquí son los mismos padres quienes no acaban de entender, que es más importante formar a los hijos, que llenar de conocimientos sus mentes y condicionar sus destrezas y habilidades.
Entrenadores, tenemos que hacer un alto en nuestra tarea y preguntarnos qué necesitan verdaderamente nuestros jugadores. Démonos un espacio para reflexionar con seriedad. Nuestro trabajo es maravilloso, no lo desperdiciemos, pensemos que son niños los que trabajan muy junto a nosotros y nos necesitan para poder llegar a ser algún día mejores personas. Está en tus manos conseguirlo o no.
Mal ejemplo de nuestras estrellas deportivas
Nuestros hijos y nuestros jugadores observan a sus ídolos y, lamentablemente, no tienen nada que aprender allí. Se visten, se peinan y se mueven como ellos porque es el modelo que la sociedad les propone. Tenemos aquí un importante problema porque los niños necesitan a su alrededor modelos positivos donde el respeto, el compañerismo y la honestidad sean su prioridad.
“un equipo de fútbol se asemeja a una familia ya que sus miembros mantienen una relación de continuidad que no dura sólo unas semanas o meses sino que tienen una larga historia basada en compartir experiencias presentes, pasadas y probablemente futuras.” La actividad deportiva promueve, a través de los años, la constitución de los principios de una “familia sustituta”, con roles bien definidos, responsabilidades y derechos compartidos, normas preestablecidas, experiencias vivenciales, en las cuales el concepto de “entre todos lo lograremos” adquiere un valor paradigmático y que significativamente se reconoce a través de los cánticos, los distintivos, la camiseta y su número, entre otros. Horowitz, S.
El dinero es lo que más daña
El dinero es lo que está dañando al fútbol formativo. El mercantilismo deportivo infantil, tiende a extender sus raíces hacia deportistas cada vez más jóvenes, basados en la selección de talentos, como una futura fuente de recursos económicos, en detrimento de su calidad de vida. Los niños futbolistas son los esclavos del siglo XXI. Todo vale con tal de ganar. Interesan los talentos que rindan rápido para poderles sacar el mayor partido posible. La formación es una propuesta incómoda que es mejor ignorar porque aunque se centra en el individuo, es costosa y a largo plazo. No interesa en una sociedad que vive de lo inmediato, de las urgencias.
Bellas palabras las del Papa Francisco, uno de los más valorados líderes de la humanidad, por lo que dice y por lo que hace. Están dirigidas a los componentes del primer equipo de Milán en una audiencia especial:
“Sois el centro de la atención de esas personas que os admiran; comportaos de forma que dichas personas siempre puedan apreciar en vosotros las cualidades morales de un grupo comprometido de deportistas. Un equipo no sólo es fruto de condiciones y prestancia física; sino que es también el resultado de una rica serie de virtudes humanas, de las cuales sobre todo depende el éxito: el entendimiento, la colaboración y la capacidad de amistad y de diálogo; en una palabra, los valores, sin los cuales el equipo no existe y no es eficaz. Con estas cualidades morales contribuid a restituir la verdadera razón de ser al mundo del deporte, hoy no raramente atormentado por fenómenos de una fea violencia o de una especulación deshonesta.”
Un equipo que quiere rendir al máximo tiene que trabajar a fondo esos valores deportivos que permitirá a sus componentes ser mejores personas y, por lo tanto mejores deportistas. No lo dudes, a largo plazo eso se nota, tanto en la competición como en la vida y ahí gana no solo el equipo sino también la persona.
El futuro del fútbol no está en las nuevas y avanzadas tendencias metodológicas, ni en la deslumbrante tecnología que se nos presenta. Son los valores los que realmente van a conseguir potenciar el fútbol a nivel mundial porque no podemos olvidarnos que, en el fondo, son personas las que lo practican.
2 comentarios en “Los niños futbolistas son los esclavos del siglo XXI”
Hola, me gustaría que me aconsejarais por un problema de mi hijo, de 12 el cual empezó a jugar con 4 años siempre destacando en su club de nuestra ciudad y con 9 nos llama un cantera de elite de 1 division de las 3 mejores de España que está a 130 km de nuestra ciudad y aceptamos por qué el niño le gustan los retos y es muy atrevido esta tres años allí y al pedir una ayuda económica para desplazamiento nos la deniegan y ya no renovamos y volvemos a nuestro club de origen
Y el niño hace una gran temporada y nos llama otra cantera de 1 división del fútbol nacional más modesta que la anterior y para jugar en liga de división de honor y yo no estoy por la labor de viajar otra vez pero el niño como es muy competitivo me sugiere que quiere ir y aceptamos.
La pretemporada es muy buena y se siente y vemos en el un pilar esencial del equipo y titular pero nada más lejos de la realidad llevan 3 jornadas disputadas y con malos resultados para un equipo de estas caresteristicas y sólo 15 min, es un niño que se esfuerza muchísimo en entrenamientos y partidos muy trabajador y cada día que juega menos más se esfuerza y nunca tira la toalla pero se pregunta todos los días que tiene que hacer para ganarse el puesto (vemos que por calidad y esfuerzo lo tiene ganado desde el 1 día) pero ya es decisión del entrenador aunque no la comparta creo que así no es la formación de los niños. Mi duda es si tirar la toalla e irnos a nuestro equipo de origen y jugar ligas menores y pasar por un calvario de volver por 2 vez aunque es muy fuerte psicológica mente
Seguir y buscar oportunidades o buscar otro equipo que no sea cantera y juegue en la misma categoria que el actual y hacer el mismo esfuerzo..
Solo queremos lo mejor para el no buscamos que sea profesional ni nada de eso solo que aprenda valores y compita a un nivel acorde con el para que aprenda a esforzarse como lo tendrá que hacer en la vida .
Gracias
Estos equipos lo único que buscan es lo suyo:ganar campeonatos y no tienen ningún interés por tu hijo más que les ayudes a ganarlo. Estás perdiendo el tiempo como has podido comprobar. Tu hijo tiene 12 años y está en un periodo de formación importante. No puede hacer desplazamientos tan grandes para entrenar y luego jugar 15 minutos. Esto es una tomadura de pelo y solo se aguanta porque los padres queréis tener contacto al chaval. Lo que no sabe tu hijo es que está perdiendo el tiempo porque ya llegará la oportunidad más adelante. Estas llamadas lo único que indican es que lo está haciendo bien pero es muy pronto para dar el salto. Ya lo darás. Yo aprovecharía el tiempo jugando en un buen equipo cercano e invertiría todo el dinero en formación y no en desplazamientos y en equipos que no te aportan nada aunque sean de gran nivel nacional. Te aseguro que si tu hijo entrena bien y compite todos los fines de semana jugando en un buen equipo cercano, en dos o tres años habrá superado a los niños que están jugando en ese gran equipo. La mayor parte de ellos se pierden por las fuertes presiones que reciben por parte del entorno y abandonan lo mas importante que son sus estudios. Mi consejo lo tengo muy claro y ahí el niño no tiene que opinar porque siempre te va a elegir lo más apetitoso que no tiene nada que ver con lo mejor para él. Si le dices que escoja entre un helado de chocolate y un bocadillo te cogerá el helado aunque el bocadillo es lo que mejor le sienta. Eso lo sabes tu y lo sé yo.