–”Tengo miedo a equivocarme”
Tu hijo entrena bien pero en los partidos se bloquea. Es normal, tiene miedo. El bloqueo es una respuesta instintiva de tu hijo para protegerse porque tiene pánico a fallar, a perder, a disgustar a su entrenador, a decepcionar a sus padres… Son infinitas las causas de este bloqueo, muy frecuentes y reales.
Contenidos
Falta de confianza en uno mismo
Necesita protegerse
Lo que intenta tu hijo con este bloqueo es protegerse de la incertidumbre al ver que hay algo que no controla del todo y desaparece cuando se ve capaz de superarlo con seguridad. Pero puede ocurrir que no desaparezca si no le ayudamos a recupera esa confianza en si mismo.
Bloqueo
Todos hemos tenido alguna vez un bloqueo, miedo a equivocarme: dejar un examen en blanco, o ante una situación complicada, no saber cómo actuar ni qué decidir. Estos bloqueos pueden ayudarnos inicialmente pero si se mantienen en el tiempo pueden tener consecuencias negativas.
Falta de concentración
En el caso de nuestros hijos deportistas, el miedo a equivocarse les impide concentrarse y rendir de manera adecuada en los partidos. Juegan como si fueran otros, sin personalidad, descentrados.
Causas del bloqueo
Las razones por las que nuestros hijos tienen miedo a equivocarse y se bloquean en el fútbol son muy evidentes: miedo, inseguridad, complejo de inferioridad ante lo que se le viene encima.
La mente de un niño es algo muy complejo que es importante comprender bien y lo que a un adulto le parece lo más normal del mundo a un niño puede parecerle algo gigantesco e inalcanzable y muy complicado. Todo depende del entorno que le rodea y de su grado de madurez.
¿Cómo ayudarle para perder el miedo a equivocarse?
Todos tenemos claro que esos bloqueos y ese miedo a equivocarme son como una defensa que tenemos ante los inminentes peligros a los que hay que someterse en la vida. Nuestro hijo futbolista debe aprender a desbloquearse porque eso le permitirá ser libre, adquiriendo un control emocional adecuado para poder jugar al fútbol tal como él sabe y nunca por debajo de su nivel.
Visión optimista
Enséñale a ser optimista siempre, dándole la vuelta a las situaciones que le provocan ese miedo a equivocarme o bloqueos. Si el motivo del bloqueo es que jugamos un partido decisivo para clasificarnos en la fase final, la forma de darle la vuelta es no conceder ninguna importancia al resultado y demostrarle que independientemente de lo que ocurra en el campo, su equipo necesita de él con un rendimiento perfecto.
Pensamientos negativos
Hazle ver que los pensamientos negativos te llevan al fracaso con más facilidad. Explícale que esos pensamientos de miedo a equivocarme no son reales sino ideas falsas que no corresponden a la realidad y nos llevan al fracaso. Si tu hijo se bloquea en el momento de lanzar el penalti porque piensa que lo va a fallar, normalmente es más fácil que lo lance fuera, pero si lo ve de forma positiva y consigue pensar que lo va a meter, es mucho más probable que lo consiga y no quede paralizado ante el lanzamiento.
Autoestima y confianza
Dale toda la autoestima que puedas para que recupere la confianza en si mismo. Felicítale por el esfuerzo que hace diariamente, por su actitud en los partidos… Valora más su recorrido que la meta que perseguimos. Eso le dará mucha fuerza para afrontar posibles bloqueos en el fútbol y en la vida. Demuéstrale que le quieres independientemente de lo que haga en el partido
Comunicación
Analiza con él la falsa impresión que tienen las consecuencias de su “miedo a equivocarme”o de su bloqueo. Razona junto a tu hijo que quizá no es tanto como él piensa.
Consigue un clima entre tu y él de verdadera comunicación para que sea capaz de confiarte sus emociones, analizarlas, valorarlas y controlarlas. Cuando tu hijo es capaz de hablar contigo de estas cosas con total confianza puede ser de mucha utilidad para desbloquearle.
Aunque esto es más complicado, cuando son algo más mayores, podemos aprovechar el bloqueo inicial para reflexionar sobre la situación y elaborar un plan de acción. De esta forma se ven capaces de superarlo y consiguen desbloquearse.
Las dificultades son un tesoro para el aprendizaje
Siempre he defendido que las dificultades que uno se encuentra en el camino son un “tesoro escondido” del que uno puede sacar provecho si es capaz de contemplarlo como algo que le va a permitir mejorar y superarse, en lugar de verlo como un problema.
Los entrenadores tenemos y transmitimos miedo
Los entrenadores tenemos mucho que ver en todo esto. Quizá el miedo a equivocarme de nuestros jugadores son debidos a nuestra actitud en los partidos. Tanto grito y tanta exigencia les bloquea completamente.
Somos la causa del “miedo a equivocarme” de nuestros jugadores
Debemos pensar en la sensibilidad de un niño. Necesita algo de autoestima. Esa mirada de confianza, esa palabra de ánimo, pueden conseguir desbloquear por completo esos miedos escénicos de nuestros jugadores.
Hoy mismo me comentaba un padre que tiene un hijo portero en alevín preferente que al principio del partido ha tenido un fallo garrafal y ha sido gol. No ha podido superarlo y durante el partido ha estado completamente ido.
El niño le ha comentado a su padre que no quiere seguir en el equipo porque tiene pánico a volver a fallar en el siguiente partido. Un nuevo exterminador deportivo rondando por el fútbol base. O conseguimos que se transformen en formadores o terminarán aniquilando el fútbol base.
Lo conozco muy bien y es un portero extraordinario, con una gran técnica pero el ambiente de estas categorías es tan agresivo que mata deportivamente a los jugadores.
Los entrenadores también tenemos nuestros miedos
Miedo a no dar la talla como entrenador, miedo a que nos echen del club por no conseguir buenos resultados, miedo a hacer el ridículo en los campos. Y esos miedos pueden bloquearnos también. En lugar de intentar superarlos con esfuerzo, podemos limitarnos a no salir de nuestra zona de comodidad.
Muchos entrenadores no queremos complicarnos la vida y vamos a lo más sencillo o directo en lugar de tomar el camino más largo de la formación.
Estos son algunos de nuestros miedos:
- centrarnos en los jugadores y en su aprendizaje y no tanto en los resultados
- dedicarle tiempo a planificar para potenciar el aprendizaje en lugar de improvisar tantoMiedo a generar un ambiente de aprendizaje entre los jugadores y no tan competitivo
- utilizar la evaluación como herramienta principal para regular el proceso de aprendizaje en lugar de la intuición
- sorprender siempre a tus jugadores en lugar de aburrirles.
- confiar en ellos en lugar de subestimarles constantemente
- apoyarte en los padres como elemento esencial de su proceso de formación en lugar de alejarte de ellos.
- esforzarte por que te vean como un líder en lugar de ser un dictador
Buscamos la seguridad
Nos sentimos más seguros gritando, mandando, ridiculizando, improvisando… Sabemos que no es lo mejor pero somos incapaces, tenemos miedo de dar el paso hacia la excelencia como entrenador y vamos a lo fácil.
Lo otro es complicado. Los resultados no se notan a corto plazo, hay que tener mucha paciencia y eso es peligroso. Nos la jugamos y tenemos miedo, mucho miedo a dar el paso.
Las excusas
El tema es que procuramos no manifestarlo delante de los demás, pero es así. Cuando nos lo planteamos, nos da pánico y empezamos a poner excusas para engañarnos y convencernos de que es imposible, que no tengo el coraje ni el empuje ni la paciencia ni las cualidades para poder dar ese paso que me haría un mejor entrenador, sin duda.
Y nos entra el pánico y terminamos siendo uno de esos entrenadores vulgares que existen en nuestro futbol base que no hacen más que buscar los tres puntos del partido y lo demás no nos interesa para nada. Nos obsesionan los resultados inmediatos y todo vale para conseguirlos.
Se produce la muerte del entrenador: sin compromiso, sin preparación, desorganizado, intolerante, dictador, sin recursos. Se ha convertido simplemente en un ganador de puntos.
Superar esos miedos con esfuerzo, vale la pena
Existe la otra cara de la moneda que es el entrenador que siente miedo ante su enorme responsabilidad pero no se deja dominar por ese temor. Lo controla y consigue ponerse en el lugar de sus jugadores comprendiéndoles mejor, les escucha, les sonríe, se preocupa de ellos, les motiva, los conoce a fondo, les exige con cariño y saca de ellos lo mejor que tienen.
Este es el reto, no nos debe asustar lanzarnos al abismo para conseguirlo porque el esfuerzo vale la pena.
La cultura del miedo en el fútbol
El miedo a equivocarme no es ni malo ni bueno. Hay momentos que nos protege de peligros ciertos.
Hijos del miedo y esclavos de su seguridad
Pero en otras ocasiones puede llevarnos a ser cobardes, no nos vemos capaces de superar dichas amenazas.
La retórica del miedo
Un estudio realizado por Frank Furedi, profesor de sociología de la Universidad de Kent, descubre que la exagerada búsqueda de la seguridad en nuestra sociedad está causada por una narrativa del miedo que infla los posibles daños.
Los medios de comunicación están utilizando esta retórica para exagerar intencionadamente las consecuencias de las diferentes amenazas que se nos vienen encima. Estos estudios detectan que los mayores temores no vienen dados por experiencias directas sino por las informaciones de los medios de comunicación difundiendo las opiniones de “expertos”.
Una sociedad de cobardes
Estamos consiguiendo, poco a poco, una sociedad de cobardes, con “miedo a equivocarme”. Lo que antes era algo normal, ahora es objeto de advertencias sobre posibles riesgos en la salud: beber agua del grifo, refrescos azucarados, comer una hamburguesa, tomar el sol… No digamos los cambios meteorológicos, desde tormentas a vientos, dan lugar a alarmas en pro de la seguridad.
El mundo se ha vuelto tan peligroso y complejo que en vez de analizar la probabilidad de riesgo nos basamos en la mera posibilidad de que exista riesgo. Cada vez más se DRAMATIZAN las amenazas que surgen, como es el cambio climático y convertimos nuestra vida en una carrera contra reloj para evitar daños irreversibles, que supondrán un cataclismo para la especie humana.
El valor de la valentía
Antes confiábamos en el progreso pero ahora, el futuro tiende a verse como un territorio peligroso e incierto. En nuestra sociedad actual carecemos de una virtud que pueda servir como antídoto al miedo. Esta es la razón por la que se recurre tanto a psicólogos, terapeutas y expertos para encontrar respuestas a estas amenazas.
Los valientes que asumen el riesgo y no se dejan someter por el miedo y la inseguridad, tomando las precauciones debidas, son tomados como personas con “conductas de riesgo” y sus acciones valientes las llaman “elecciones insanas” o “”atentados contra el medio ambiente”. Los que no siguen el consejo de los expertos en materia de salud pública son presentados como “moralmente irresponsables” y su conducta como “una amenaza para la sociedad”
Ante esa falta de valores positivos y esa inseguridad en las personas, para motivar a la gente se utiliza el miedo. Se apela a su sentido de vulnerabilidad, a su inseguridad existencial y a la ansiedad por su futuro. Antes, asumir un riesgo era ser un valiente y ahora es un defecto de una persona irresponsable. Nos pasamos la vida elaborando listas de actividades que pueden representar un riesgo.
El miedo compartido
Pensamos que a las personas les motiva más el miedo que la esperanza y el optimismo y construimos una sociedad solidaria a través de los miedos morales. Lo podríamos llamar el MIEDO COMPARTIDO. Un recurso falso para crear vínculos que en realidad no son más que simples estallidos de miedo y movilizaciones pasajeras contra amenazas concretas, disfrazado de solidaridad.
En la cultura del miedo, el superviviente ha suplido al héroe
Como los ideales positivos están desapareciendo, es complicado motivar a los jugadores para que sean valientes y reacciones con optimismo ante las adversidades. Este miedo no solo influye en nuestras reacciones ante las amenazas, también lo hace en lo que significa ser persona. Antes, cuando aparecía el peligro, se esperaba siempre una reacción llena de coraje por parte de las personas. Estaba dentro de la clásica virtud de la valentía. Hoy en día, aunque resaltamos estos valores en la teoría, hacemos poco por cultivarlos en la práctica diaria.La vulnerabilidad aparece como la esencia del ser humano.
Cuanto más se han inflado los riesgos y el peligro, más se ha idealizado la seguridad y la supervivencia como valores actuales. Esto ha influido en la forma de educar a las nuevas generaciones: en lugar de fomentar la valentía mediante la formación del carácter, se busca la intervención de expertos psicólogos para superar los miedos mediante terapias.
Personalidades inseguras
Los jóvenes piensan que los problemas personales que deben superar con esfuerzo a lo largo de su vida, son problemas de salud mental. Por este motivo, acuden cada vez más a ayudas psicológicas para afrontar los miedos de una personalidad insegura. Miedo a no alcanzar el nivel que se pide en una prueba, baja autoestima, miedo a los exámenes, a los deportes competitivos, a ser criticado en las redes sociales…
Obsesión por la seguridad
Hoy en día existe una obsesión por la seguridad. Es la principal preocupación de las personas. Son dos los factores que lo causan: magnificamos los posibles daños y la baja tolerancia al dolor. Los promotores de la filosofía de la seguridad platean que todo daño es prevenible y que el objetivo es el daño cero. Todos los demás objetivos tienen que subordinarse a este. Por lo tanto, cuando surge un daño imprevisible (como la pandemia) la sociedad queda trastocada, sin saber cómo reaccionar ante esta pretensión de inmunidad pero, por desgracia, vuelven al ataque imponiendo el adjetivo “seguro” en la nueva normalidad.
La cultura del miedo pretende eliminar algunas de nuestras libertades en favor de nuestra seguridad, como hemos podido comprobar durante la pandemia.
Influencia en el mundo del deporte
Con nuestros jóvenes algo está fallando porque han surgido numerosas iniciativas para proporcionar a los niños más autoestima, más confianza, más fortaleza, más valentía. Intentan aplicar medidas terapéuticas para conseguir formar el carácter de los niños.
Esclavos de su seguridad
Pero el camino está en otro sentido, en la educación moral de los jóvenes. Por eso, calificar de grupo vulnerable y de riesgo a los niños no les favorece. Es bueno querer proteger a los niños de los posibles daños pero el error está en el modo actual de protegerlos porque no les ayuda a estar más seguros sino que los lleva a ser esclavos de su seguridad.
Dependencia de los padres
Está protección infantil lo que produce es una prolongación de la dependencia a los padres y a los adultos. ¿Cómo debería hacerse? En lugar de aislar a los niños de las amenazas de la vida, deberían ser educados para comprenderlas y desarrollar en ellos una capacidad de superar las decepciones y situaciones dolorosas.
Miedo en el deporte
Están apareciendo cada vez más niños con miedos en el deporte. Siempre ha existido el miedo a competir, el miedo a cambiar de equipo, el miedo a lo nuevo, pero quizá ahora se ha incrementado de forma considerable.
Pero he de dejar claro que la culpa de esos miedos de nuestros hijos la tienen los padres. Esta obsesión por la seguridad de los niños es en realidad un recurso de los adultos contra sus propios miedos. Seamos honrados para reconocerlo.
Los padres hemos de afrontar muchos momentos de ansiedad: ver a nuestros hijos ir por primera vez a la guardería, a su primer campamento, a su primer equipo de fútbol, a su primer día de la universidad. Quizá queramos tenerlos en casa para protegerlos del mundo, que puede ser, sin duda, terrible. Pero cuando obramos así no estamos protegiendo a nuestros hijos, intentamos gestionar nuestra ansiedad y eso les perjudica a ellos.
Hemos de pensar en lo mejor para nuestros hijos. Si lo paralizamos todo por el miedo, estamos criando una generación de jóvenes traumatizados, condenados a una adolescencia perpetua en casa de sus padres, incapaces de abrirse paso en la vida con independencia, valentía y confianza.
Superar el miedo a equivocarme en el fútbol
…o morir deportivamente.
El miedo es una reacción natural de supervivencia del hombre
El miedo a equivocarme surge ante una situación de peligro.
Una cebra que siente miedo por los leones, huirá en cuanto advierta la presencia de semejante depredador. Los hombres, si oímos disparos, nos pondremos inmediatamente a resguardo por miedo a resultar heridos. Sin embargo, hay hombres que a pesar del miedo que sienten, no se dejan influir por él y continúan su camino a pesar del riesgo que toman.
Los futbolistas también tenemos miedo. Ese temor, nos pone en guardia ante los peligros que debemos enfrentarnos. Tenemos miedo al resultado incierto, al fracaso, a la derrota, a quedar mal, al ridículo, a defraudar a tu entrenador o a tus padres o a tu familia. Estos son nuestros miedos.
El miedo a equivocarme surge como una defensa natural
Los caballos del ejército de Alejandro Magno no se atrevían a avanzar cuando se enfrentaron a los elefantes del ejército indio. Tenían miedo y estuvieron a punto de provocar una derrota. Ante la inseguridad, surge el miedo como defensa natural.
Ese miedo a equivocarme que nos agarrota es lo que hace que muchas veces nos quedemos bloqueados en los partidos. No somos capaces de superar los miedos y, lamentablemente, sorprendemos a nuestro entrenador que no entiende que entrenemos con una gran intensidad durante toda la semana y, sin embargo, en el partido somos un desastre, como si fuéramos otros.
Si hacemos caso al miedo, estamos perdidos
El miedo puede provocarnos una parálisis total y, si le hacemos caso y nos detenemos, estamos perdidos. Nos quiere convencer de que los peligros a los que nos enfrentamos son complicados y que no vamos a ser capaces de superarlos, que no estamos preparados para afrontarlos, que no tenemos la calidad suficiente para jugar ese partido, que el rival nos va a superar con facilidad.
El temor nos tira para atrás porque quizá vamos a fracasar seguro. Nos indica que nos enfrentamos a un peligro insuperable y posiblemente vamos a manchar la imagen de nuestro club gravemente.
Pero todo esto son excusas que nos ponemos para no enfrentarnos a la realidad. No es verdad. No es real. Es un espejismo que ha construido nuestra imaginación. No hemos de hacer caso a esas visiones derrotistas fruto de nuestro miedo.
Buscamos una posición cómo da y segura
También nos está diciendo que no vale la pena salir de nuestra zona de confort para enfrentarnos a esos peligros. El esfuerzo que debemos realizar no vale la pena. Estamos mucho mejor en una posición más cómoda y menos insegura.
No detenerse por el miedo
El miedo nos convierte en cobardes o quizá en jugadores valientes si conseguimos superar esa barrera que se nos presenta continuamente en nuestro deporte y en la vida. Nunca aceptemos al miedo como consejero, sólo como aviso para estar alerta, pero no te detengas a causa del mismo porque ahí es donde realmente está el peligro.
Una película
Persiguiendo a Mavericks http://tuperdiz.blogspot.com.es/2015/09/una-pelicula-que-motiva-persiguiendo.html es una película que se centra en superar el miedo que puedes tener para enfrentarte a olas de más de 18 metros de altura que chocan con fuerza con los arrecifes.
“Cuando, a la edad de 15 años, Jay descubre que las míticas olas conocidas como ‘Mavericks’, unas de las más descomunales del planeta, se aproximan a su hogar de Santa Cruz, donde van a romper, busca la ayuda del legendario Frosty Hesson (Gerard Butler) para que lo entrene y así poder sobrevivir a dicho fenómeno. Cuando Jay y Frosty se embarcan en el empeño de lograr lo imposible va surgiendo entre ellos una singular amistad que transforma sus vidas; y su intento de dominar a las Mavericks se convierte en algo que rebasa la práctica del surf.“
Película Persiguiendo a Mavericks
En un momento de la película, Frosty le dice a Jay:
—“Debes aprender que el miedo y el pánico son dos emociones distintas: el miedo es saludable y el pánico es letal”
Miedo y pánico
En definitiva, que nuestros miedos no nos lleven a actuar con pánico si no todo lo contrario, a intentar superarlo, y es precisamente esta superación la que nos permite crecer y adquirir una autonomía que nos servirá para toda tu vida.
Nuestra experiencia deportiva puede ser una bonita aventura llena de retos y desafíos que nos harán crecer, progresar, mejorar y conseguir nuestros objetivos, o vivir en la queja y en el miedo poniendo nuestra vida en manos de otros a los que podamos echar la culpa.
¿Cómo vencer tus miedos en el fútbol?
Descubrir las causas
Lo primero que debemos hacer es descubrir las causas de nuestro miedo. Comprobaremos que es fruto de la inseguridad. Nunca vamos a tener una seguridad completa de todo lo que hacemos. Siempre hay posibilidades de equivocarnos y de fallar.
Pensemos en positivo
Seamos conscientes de que los errores y limitaciones nos pueden enseñar a mejorar cada vez más.
Imaginemos que sentimos miedo por el partido de este domingo porque nos estamos jugando la liga. ¿Por qué tenemos miedo? Precisamente porque no estamos seguros de vencer. Todos tenemos miedo a no ganar. Ese miedo no debe bloquearnos. Debemos convertirlo en un reto para superarnos una vez más, teniendo claro que podemos perder, pero será por otros motivos que no son el miedo que sentimos en el cuerpo.
El miedo, hemos dicho antes, es saludable porque nos previene de una dificultad y hace que nos pongamos a la defensiva. Si no ponemos remedio, aparecen sus consecuencias y ya sabemos que el pánico es letal.
No dejarse llevar por el pánico
Si nos dejamos llevar por el pánico, estamos perdidos porque saldremos al campo sin la fuerza necesaria para vencer, bloqueados completamente por algo que nos está superando completamente. Estamos perdidos y no tenemos nada que hacer. Es la muerte deportiva.
Si luchamos por vencer el miedo, el partido lo tenemos medio ganado. Es así de claro, porque estamos controlando nuestro miedo a base de esfuerzo personal, con optimismo, con ganas de superarlo.
Piensa además que un poco de inseguridad nos da esa pequeña dosis de estrés que nos saca de nuestra zona de confort y nos mantiene proactivos.
Quizá nos podemos quedar con esta carta que cierta persona escribió un día:
Querido miedo… Tengo que decirte que lo nuestro se acabó. Ya he tenido suficiente. Ya me has frenado en demasiadas ocasiones y no estoy dispuesto a aguantar esta situación ni un minuto más. Además, he conocido a otros muchos más interesantes que tú. Se llaman confianza, ilusión y esperanza. Así que me despido porque me voy con ellos.
20 comentarios en “Miedo a equivocarme en el fútbol”
Buenos dias. Que palabras decirle cuando esta con miedos. Como ayudarle cuando esta teniendo un mal partido en una final muchas gracias
Gracias a ti por interesarte por el artículo. Cuando tu hijo está con miedos, lo primero es decirle que esto es lo normal. Todos tenemos miedos e inseguridades. Unos se detienen y no siguen y otros se lanzan a pesar del miedo. Cuando estas en una roca muy alta con tus amigos y juegas a lanzarte al mar, da miedo. Tu sabes que no pasa nada porque caes al mar pero la altura de frena y no te lanzas. Los valientes son los que a pesar de tener miedo, se lanzan. Los cobardes son los que no se lanzan y se retiran. Cuando juega con miedo tu hijo, es que ha decidido no jugar. Luego, cuando caes al agua, notas una sensación de felicidad porque lo has superado y quieres volver a lanzarte porque ya has superado tu miedo. Cada domingo, los jugadores profesionales salen al campo. Ellos me han afirmado que sienten miedo pero se lanzan al partido superando esos temores. No hubieran llegado allí si fueran cobardes.
Seguidamente se presenta en mi escuela, siempre el miedo los domina, y más cuandonestan al frente de equipos que se creen superiores.
Comonqyudarlos. ?
Hola Darwin, entiendo la pregunta pero necesito aclarar si se trata de entrenadores o de jugadores los que les ocurre esto. ¿Puedes detallarme un poco más? Gracias
Hola Pedro mi hijo tiene 6 años y por lo general es tímido, este es su primer año jugando a futbol, jugó hace unos meses 2 partidos (amistosos) en los que se quedaba paralizado y totalmente fuera del juego evitando que le pasaran el balón y como si el partido no fuera con el… la verdad es que lo pasa mal en esa situación… a seguido entrenando con sus compañeros y cogiendo algo mas de confianza y hoy a jugado su primer partido oficial y mas de lo mismo, su equipo a ganado 5 a 0 y todos sus compañero super contentos y él lo a pasado tan mal que a salido triste… se a vuelto a paralizar por su timidez… Estoy pensado de decirle al entrenador que no lo voy a llevar a los partidos hasta que no veamos que en los entrenamientos pierde esa timidez y valla generando mas confianza con sus compañeros por que la verdad le abruma la situación de los partidos, se le junta que con sus compañeros no tiene suficiente confianza con el escenario de tantas personas viéndolo y se bloquea totalmente y no sabe que hacer en el campo y evita ser protagonista hasta el punto como te e comentado de no querer que le pasen el balón… Por eso creo que lo mejor será que valla poco a poco cogiendo confianza en el entrene y en los partido del entrene y cuando esté mas suelto pues que juegue en los partido ¿Qué opinas?
Gracias por tu opinión de antemano.
Lo primero que he pensado es que quizá no es la edad para competir. Sí para empezar a jugar al fútbol pero sin las presiones competitivas que se presentan actualmente. También he pensado que hay niños más maduros y otros más inmaduros siendo de la misma edad. Tu hijo se bloquea por los miedos de la competición porque se le presenta como una muralla muy grande que no puede superar. Lo que hay que hacer es ir poniendo pequeños escalones para que pueda superar esa muralla por si mismo. Un escalón sería por ejemplo explicarle que los partidos no tienen ninguna importancia, que no se juega nada, que están hechos para aprender. Si se le muestra de esta forma, posiblemente sirva para subir un escalón en sus miedos. Otro escalón es darle más autoestima explicándole que él es bueno y que vale para el fútbol. Será interesante detallarlo poniendo ejemplos para que se de cuenta de que conduce bien el balón, que tiene un buen golpeo, que sabe pasar la pelota. Cosas concretas que le pueden ayudar a subir un segundo escalón. Lo mismo debe hacer el entrenador. Todos los niños hacen cosas bien aunque no sean muy buenos. Hay que reforzar lo que hace bien. Por último habría que ver cómo enfocamos en casa la competición y corregir cosas que le pueden afectar. Ese sería un tercer escalón. Quitarle la competición no es bueno porque es una oportunidad de poner en práctica lo que aprende en los entrenamientos. Un saludo y ya me contarás
Buen día, te
Go un hijo de 13 años , es muy buen jugador , pero le sucede lo q dice en su articulo, en los entrenamientos sobresale de los demás jugadores, pero en los partidos , si llegase a perder el balón, o escuchar algún mal cometarios por parte de los papás , inmediatamente se desmorona, y se bloquea totalmente, q puedo hacer desde mi posición como padre para ayudarle, sabiendo q es un muy buen jugador y el cometario de los entrenadores q ha tenido es muy positivo, muchas gracias
Ante todo agradecerte que hayas leído mi artículo. Intento ayudar a los padres que tienen este problema. Es muy común y puede darse por varios motivos. Debería conocer mejor a tu hijo, investigar las causas a fondo para ayudarte de verdad si crees que puede tener un interés para ti. Yo creo que sí porque tu hijo tiene un problema que no le permite rendir a su nivel. Si solucionamos el problema, posiblemente disfrutará mucho más del fútbol. Pueden ser diversas causas: la presión del entrenador (muchas veces sin darse cuenta), la presión tuya con comentarios que le aprietan demasiado, puede ser él mismo que se autoexige demasiado. Son muchas las razones que podemos encontrarnos. Si deseas profundizar más en el tema, podemos concertar una consulta: https://www.solofutbolformativo.org/articulos/servicio-de-consultoria/
Hola que tal , nose como ayudar a mi hijo 9 años juega al fútbol , le encanta entrenar con sus amigos profes . Pero al momento del partido se angustia siente miedo y llora …se frustra al no poder superar el miedo al rival .
Hola Romina, tengo pocos datos de tu hijo pero aquí te lanzo algunos consejos. Posiblemente en los partidos puede sentir miedo porque tiene alguna presión externa que le bloquea. Tienes que averiguar si alguien del entorno le hace comentarios antes, durante o después del partido que le genera un cierto estrés. Por ejemplo alguien de la familia que le busque resultados de tal forma que tu hijo se sienta presionado. Es sencillo, se trata de analizar esas situaciones e intentar eliminarlas por el bien de tu hijo. Otra posibilidad es que se sienta inseguro o con falta de autoestima. En este caso hay que seguir un proceso para aumentarle esa confianza en si mismo que le falta. Si lo deseas puedo ayudarte más en concreto. https://www.solofutbolformativo.org/articulos/servicio-de-consultoria/
Hola q tal.
Mi hijo tiene 8 años. Esta jugando en un club de renombre actualmente.
Me pasa q no lo citan. Es delantero y es excelente pero creo q tiene miedo a golpearse entonces solo da una parte de lo q el puede ofrecer.
Tiene un padre q exige bastante.
Bueno, ahora tengo más datos. Tu hijo es muy pequeño y por lo tanto mucho más sensible a la presión que ejerce su padre. Es ahí donde radica todo el problema. En cuanto su padre no le presione y con un poco más de confianza en si mismo, acabará jugando bien. El problema está en que el padre cree que le está ayudando y en realidad le está destrozando. Hay que hablar en serio con su padre para solucionar cuanto antes el problema.
Bastante útil este post con relación al tema de los
nervios. Espero ver más posts así en internet
Muchas gracias por tu comentario. Espero que lo des a concoer porque lo he escrito con la idea de poder ayudar a muchas personas que tienen este mismo problema. De hecho, en tu empresa de artistas, uno de los problemas es el miedo escénico, ¿no?
Buenas noches, tengo un niño de 5 años que juega de delantero y también de portero. Sucede que en los entrenamientos hicieron un ejercicio de uno contra uno y mi hijo choco contra otro niño y pego su cabeza al piso ( sin presentar ninguna lesión) desde ese momento empezaron los episodios de llanto.
Cabe mencionar que en los entrenamientos el niño se desempeña muy bien, por eso su entrenador lo ha convocado a juegos amistosos y torneos para que sea el portero de su selección.
Antes de iniciar los partidos, el niño manifiesta que no quiere jugar porque “tiene miedo que le hagan gol” presentando frecuentemente llantos y cuando intentamos llevarlo al terreno se pone nervioso hasta el punto que no lo podemos mover, llora y es imposible que juegue. Por otra parte el niño tiene un hermano de 10 años que es muy bueno como central y juega bastante con el niño, recibe medallas en los torneos, hago el comentario, porque no se si la reacción del niño es porque se siente con la presión de que su hermano se desempeña bien y él sienta esa responsabilidad también. Agradezco mucho sus recomendaciones al respecto.
Hola María. Lo primero que quiero comentarte es que tu hijo es muy joven todavía y no es bueno que practique deporte demasiado competitivo porque le puede hacer daño y llevarle a abandonar el fútbol. Jugar para divertirse, sí pero nada más. El llanto del niño puede ser porque el golpe le asustó aunque no le hizo daño y ahora tiene miedo a repetir la experiencia. Ya te digo, son pequeños y muchas veces se les trata como si fueran adultos. El llanto es para llamar la atención del adulto y recibir su protección pero hay que hablar con él cuando esté tranquilo y explicarle que no se puede llorar cada vez que uno siente miedo. La actitud antes de los partidos es también miedo a que le hagan gol. En mi opinión lo que le pasa a tu hijo es que tiene una falta de seguridad en si mismo. Necesita tener más confianza en lo que es capaz de hacer y eso hay que trabajarlo en casa y en el campo. Estoy seguro que estas inseguridades también aparecen en la escuela por ejemplo. Márcale pequeños objetivos y felicítale cuando los haya conseguido recalcando que es muy bueno en eso. Que el entrenador lo haga también. Ponle encargos en casa y normas como ordenar su habitación, recoger la mesa, bajar la basura…y felicitale cada vez que lo haga bien. Mejorará su autoestima que es lo que le está faltando. Te advierto que es un trabajo a largo plazo pero el niño irá cambiando. Y no le protejas tanto.
tengo un hijo de 6 añitos jugo todos los partidos del campeonato es portero y en la semi final incluso atajo un penal pero en la final se bloqueo totalmente no atajaba los balones no los cogia y perdieron la final del campeonato, escucho decir a un padre q por culpa del arquero perdio el equipo y no queria hablar del tema en la casa, ya q le toco enfrentarse al equipo q del entrenador q lo entrenaba antes, quisiera saber como lo puedo ayudar.
Hola Mónica. Para resolver el problema, simplemente hay que conocer la causa. Posiblemente sea que al enfrentarse a su antiguo entrenador pues se bloqueó por razones que desconozco. La forma de ayudarle es primero felicitarle por el buen campeonato que ha hecho, segundo preguntarle por qué se sintió mal al jugar con su antiguo entrenador y tercero hacerle ver que eso puede superarlo y que debe aprender a jugar con ese tipo depresiones. Pero es verdad que es muy pequeño y todavía tiene muchaas cosas que aprender. Sobretodo, no le des mucha importancia a perder el torneo y valora la posibilidad de aprender ante una derrota. Al padre que hace esos comentarios, hay que comprender que a pesar de poder tener razón, no es nada bueno que lo comente a los demás padres porque es una falta de unidad y puede afectar a la buena marcha del equipo.
Hola,buenos días! Mi hijo tiene 9 años,camino de 10,siempre ganas de jugar,su pasión es el fútbol,va contento a entrenar con ganas,se levanta con ganas de jugar,siempre luchador y con ganas,es grande jugando al fútbol…este año no sabemos que pasa,sale a los partido y se bloquea,el dice que no le deja sus piernas jugar que se bloquea,en los entrenamientos tb anda falta de concentración,hacen amistosos y igual..habido cambios este año,no sabemos cómo ayudarle..es su pasión…
El caso de tu hijo es bastante sencillo y habitual. Este año le ha tocado un entrenador que le exige mucho y ahora tiene miedo. Un miedo que le bloquea y uqe no le deja ser el que es. Hay que hablar con el entrenador para pedirle que le de confianza y que no le grite tanto (algo complicado de conseguir). Hay que hablar con el niño para decirle que no se preocupe porque los gritos del entrenador son una forma de expresarse para que juegues mejor pero no es que esté enfadado. No te va a penalizar si fallas. Intenta hacerlo como tu sabes y no te preocupes tanto de los gritos (o de aquello que le produce miedo). Espero que esto pueda ayudarte.